El Pleno del Ayuntamiento de Coslada aprobó una moción en su sesión ordinaria del mes de enero de 2024 para tomar la iniciativa urbanística respecto a la Nueva Centralidad del Este. El Gobierno municipal mostró su preocupación por los efectos del nuevo desarrollo. El PP considera que es una oportunidad para revitalizar el municipio.
La propuesta municipal, a instancias del Grupo Municipal del Partido Popular, proponía la solución definitiva para la rotonda sobre la M-45, antes de la finalización de las obras y un estudio integral de la movilidad de la ciudad. El portavoz de la formación, Francisco Becerra, incidió en un comunicado en que «la aprobación de la moción es una victoria significativa para Coslada».
«Busca -continuó- despertar al gobierno municipal de su pasividad y garantizar que la ciudad no quede rezagada en las decisiones cruciales que afectarán su futuro». Y añadió que «el Ayuntamiento de Coslada ha permanecido en un preocupante letargo, ignorando la importancia de liderar iniciativas que aseguren la participación activa del municipio en la planificación de su destino».
Congestión
La Nueva Centralidad del Este supone el desarrollo de 5,5 millones de metros cuadrados de la capital, en el distrito de San Blas – Canillejas, límítrofes con Coslada. Para Becerra, el proyecto representa una «oportunidad para revitalizar y mejorar la posición de Coslada en la región».
Por su parte, el alcalde de Coslada, Ángel Viveros, mostró su preocupación en rueda de presan ante el impacto del desarrollo sobre su ciudad. Consideró que ha faltado consulta y colaboración por parte del Ayuntamiento de Madrid e imposición de medidas que afectan al municipio, como la imposición en la calle del Cilantro sin comunicación previa.
A sus palabras, el segundo teniente de alcalde, Fernando Romero, resaltó que el Ayuntamiento de Coslada ha estado buscado coordinación con el Consistorio madrileño y la Comunidad respecto a este desarrollo para defender los intereses de los vecinos y de la ciudad. Criticó lo que consideró un «posible pelotazo urbanístico», al temer que los nuevos vecinos carezcan de equipamientos, a causa de lo que manifestó la posible saturación de infraestructuras de Coslada. También avanzó lo posibles problemas que podrán generar las obras a los madrileños y cosladiegos.
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