La parroquia San José María Rubio de El Cañaveral ha presentado a los fieles el proyecto de templo que tiene previsto en el barrio. Necesita recaudar, al menos, tres millones de euros, para su construcción.
Para ello, se ha realizado una campaña de información y captación de donaciones y colaboraciones para su construcción, tanto en su actual sede, en la avenida de Blas de Lezo, como a través de internet mediante una web y las redes sociales. El presupuesto estimado de la obra es de seis millones de euros y se pretenden recaudar al menos tres, pues el Arzobispado de Madrid ya ha avalado la otra mitad.
El nuevo templo estará ubicado en la avenida de Miguel Delibes número 75, en una parcela municipal de 8.101 metros cuadrados de los que el Ayuntamiento ha cedido 4.000 a este proyecto. La parroquia justifica su construcción por el crecimiento constante de la comunidad, la necesidad de ofrecer servicios adecuados en espacios dignos y seguros a los grupos de niños, jóvenes, adultos y mayores que conforman el colectivo; la creación de un lugar de encuentro y caridad, y el fomento de la unidad y el sentido de pertenencia.

«El templo será un símbolo visible del barrio», explicó el párroco, el padre Miguel Ruiz de Zárate, pues contará con una torre que servirá de referencia visual en el corazón de El Cañaveral.

Coro de piano
La iglesia tendrá acceso a través de un vestíbulo cubierto desde donde se podrá acceder al templo propiamente dicho, la capilla y los despachos.
El templo tendrá capacidad para 600 personas. Según el vídeo promocional, el Cristo que presidirá la estancia desarrollará un efecto estético en el que parecerá traspasar los muros y cuyo crucifijo penderá sobre el altar. El presbiterio tendrá grandes dimensiones para la celebración de distintos ritos. Contará con vidrieras orientadas a la iluminación del altar y un coro en forma de piano.

También contará con un espacio abierto interior a modo de claustro. Al fondo de este, se construirá un centro social con salón de actos en el sótano con capacidad para 250 personas. En la planta baja, habrá un comedor, despachos y zonas de jóvenes. En la primera planta, se ubicarán las salas de catequesis y formación, además de espacios polivalentes y un área de acogida temporal. En la segunda planta, estarán las viviendas de los sacerdotes y se estima la posibilidad de acoger una comunidad de religiosos.
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