La Asociación Vecinal PAU del Ensanche de Vallecas exige una mayor atención por parte de las administraciones para solucionar los principales problemas que presenta el barrio. Entre ellos se encuentran la incineradora de Valdemingómez, la falta de mantenimiento y la insuficiencia de dotaciones públicas en materias como la sanidad, la educación o el transporte.
La AV PAU del Ensanche de Vallecas es la principal asociación de vecinos del desarrollo del Ensanche de Vallecas. Una entidad que se constituyó en 2003, antes incluso de la llegada de los primeros pobladores y que lleva desde entonces liderando las luchas vecinales del barrio.
Tras más de dos décadas de reivindicaciones, la asociación sigue detectando numerosas carencias en un enclave que ronda los 50.000 habitantes. Por ello, la entidad ha repasado con Nuevo Sureste las principales deficiencias y problemáticas que marcan la vida de los vecinos.
17 años acumulando emisiones en el organismo
Para la asociación, la presencia de la incineradora de Valdemingómez continúa siendo la principal amenaza para la salud de la población. Llevan años reivindicando su cierre y se muestran especialmente preocupados por la posible extensión de su vida útil.
“La incineradora es muy perjudicial para la salud, genera dioxinas y furanos que son sustancias bioacumulativas y potencialmente cancerígenas. Estamos a escasos 10 kilómetros de la instalación y algunos llevamos 17 años acumulando emisiones en nuestro organismo”, asegura Rosa María Pérez, presidenta de la asociación.

Además de la contaminación atmosférica, denuncian la existencia de una contaminación odorífera que provoca episodios de mal olor en el barrio debido a la concentración de las instalaciones de residuos.
A estos problemas, se suma la falta de mantenimiento de las zonas verdes y espacios públicos. Denuncian la falta de riego y de cuidados en los árboles del barrio, tanto en las calles como en el parque de la Gavia. “De la plantación de árboles que se hizo después de la borrasca Filomena, no ha sobrevivido prácticamente ninguno, si digo un 1 por ciento ya estoy diciendo mucho”, afirma la presidenta.
“El parque de la Gavia es un parque singular, es un muy buen proyecto, pero ya desde el principio se plantaron menos árboles de los que estaban previstos y además no se mantiene como es debido”, asegura.
También denuncian la falta de limpieza en las calles que provoca la acumulación de suciedad en las aceras. “Yo no he visto pasar una barredora por las aceras en 17 años”, se lamenta.
Abandono de la educación pública
No obstante, entre las reivindicaciones de la asociación destacan la falta de dotaciones en el barrio, cuya implantación, opinan, no responde eficazmente al aumento de la población en el barrio. Sobre todo, en lo referente a la sanidad y la educación.
En la calle de Bernardino de Pantorba, un cartel de la Comunidad de Madrid anuncia frente a un solar vacío la construcción del nuevo centro de salud para el barrio, una instalación que los vecinos llevan años exigiendo ante la “saturación” del único centro con el que cuenta el Ensanche.

“Para tener una cita de atención primaria nos tiramos entre 20 días y un mes, no se puede tener un centro de salud para 57.000 personas”, cuenta Rosa. “Se supone que ya van a licitar este centro, pero también habrá que ver cómo lo dotan”, concluye.
Lo mismo sucede en la calle de Alejandro Humbolt, donde otra parcela espera la llegada del segundo instituto del barrio. Allí, una pancarta instalada por los vecinos denuncia la existencia de hasta cinco centros privados o concertados de educación secundaria en el barrio, en contraste con la presencia de un único centro público.

“Han abandonado lo público en favor de los centros privados”, proclama Carmen Martín, portavoz de sanidad de la asociación y miembro del AMPA del IES María Rodrigo, que también denuncia la dificultad para acceder al centro existente para muchos alumnos al estar situado en el extremo más occidental del barrio.
Un desarrollo concebido para el coche
Esta dificultad para desplazarse se debe, aseguran, a las deficiencias en materia de transporte público de las que adolece el desarrollo. Para la asociación, los dos únicos autobuses que recorren el Ensanche, el 142 y el 145, son insuficientes, pero, sobre todo, ineficientes debido a que presentan un recorrido muy similar al que realiza la línea 1 de Metro, en lugar de penetrar en las zonas residenciales a las que no llega el suburbano.
“Hay que modificar los itinerarios para que realicen un recorrido interior y que llegue hasta los extremos del barrio”, asegura Pedro Romero, vicepresidente de la asociación. Además, pide la creación de un circular y la extensión del recorrido de la línea H1 que conecta con el hospital Infanta Leonor.

Respecto al movilidad la asociación va más allá y critica el modelo en base al que fue concebido el desarrollo, con la existencia de una única salida hacia la A3 y la presencia de grandes avenidas con un número excesivo de carriles. “El PAU está absolutamente pensado para el coche, creando brechas físicas en la ciudad y dando lugar a problemas de seguridad vial”, explica Rosa, quien pide la reducción de carriles y su sustitución por bulevares centrales y carriles bici segregados.
Lo de la limpieza es mentira, pasan con sopladores en otoño 1 día a la semana y barrenderos hay unos cuantos . Pero hayas gente incivilizada y sobre todo los bares que dejan que servilletas y papeles salgan volando debido al aire que hay siempre en el barrio.