El alcalde de San Fernando de Henares, Javier Corpa, y el delegado de Urbanismo de Madrid, Borja Carabante, mantuvieron una reunión este mes de abril. Negociaron la cesión por parte de la capital del segmento de terreno conocido como ‘Ensanche de San Fernando’ al municipio homónimo.
Tal y como informó el Diario de San Fernando, Corpa concretó que se trata de una operación urbanística muy importante para el municipio sanfernandino y que verá la luz a medio o largo plazo. El primer edil avanzó que ambos municipios se han emplazado a próximas reuniones para estudiar los aspectos técnicos de la operación. El procedimiento para este traspaso supone largos plazos, ya que hay que realizar los oportunos cambios en los planes generales de ordenación urbana.
A juicio de Corpa, se trata de «una salida de crecimiento en lo que tiene que ver con suelo urbano al municipio de San Fernando, que tiene un casco urbano muy acotado y mermado por la infraestructura de Metro en la ciudad«. El regidor se mostró satisfecho de haber recuperado el diálogo en este sentido tras la ruptura de conversaciones con el concejal de Urbanismo de Madrid de la anterior legislatura.
Cuatro bosques consecutivos
El Ensanche de San Fernando, denominado ámbito UNS.04.05-RP, es una zona de forma triangular en el distrito de Vicálvaro, adyacente al parque de El Barco de San Fernando de Henares. Tiene 21,96 hectáreas de superficie, delimitada por Coslada y Mejorada del Campo, así como por los terrenos que acogerán el nuevo desarrollo de Los Cerros. Tiene acceso de Metro a través de la estación de Henares, de la línea 7.
El Plan Especial del Bosque Metropolitano de Madrid propone para la zona la creación de un desarrollo urbano, conectado con cuatro áreas forestales consecutivas de 17,32 hectáreas de superficie total (bosque del Hospital del Henares, bosque del Arroyo de la Vega, bosque de la Paz y bosque del Tesoro).
Del mismo modo, plantea el acondicionamiento de la carretera de Mejorada, la transformación de la zona norte del Cerro de la Herradura en un espacio natural periurbano y la integración del entorno del arroyo de la Vega en el conjunto de la ciudad, dando continuidad al ámbito denominado ‘La Amarguilla’.
Retamar denso
El plano de ordenación elaborado por los técnicos madrileños incluye, en su zona norte, una superficie explanada de 4,64 hectáreas para construir ocho edificios, rodeados de parques lineales y viales. Además, proponen arreglar la escorrentía de la zona y preservar los terrenos de la zona sur (la que presenta mayor inclinación y encuadra el arroyo) como un ámbito sin desbrozar, para que sirva de reserva geomorfológica y vegetal.
En este espacio, Madrid plantea adaptar la red de sendas naturales, proceder a la limpieza de distintos tipos de vertidos, y aplicar una protección administrativa y urbanística de la red de drenaje natural del arroyo y el rodal de retamar denso, considerado un elemento singular de vegetación en la zona. Por último, los urbanistas municipales de la capital proponen la creación de una red de aparcamientos, una avenida forestal, sendas ciclables compartidas para peatones y ciclistas, un área estancial y unas pistas deportivas singulares.
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