La Junta de Compensación de Los Cerros realiza tareas de conservación de la parcela del barranco de Los Ladrones, de cara a su futura transformación en espacio forestal, tal y como pudo comprobar Nuevo Sureste.
Esta zona, denominada parcela RG-ZV-3 o alto del barranco de la Rubia, según el visor urbanístico municipal de Madrid (en realidad, es el barranco de Los Ladrones, el cerro de la Rubia y su barranco se encuentran a espaldas de este ámbito, dos cerros más allá, ya en Rivas Vaciamadrid), es un terreno de 19,25 hectáreas.
Los trabajos de transformación de la parcela están calendarizados para la tercera etapa de urbanización del sector. Es decir, tendrán que estar terminados en 2027, como fecha máxima, según el planeamiento.
Los planos publicados por la Junta muestran que la intervención en esta pequeña pastilla urbana, incrustada en la zona sur del ámbito, limítrofe con el término de Rivas Vaciamadrid, consiste en la revegetación con arbolado de alineación y arbustivas de los límites de la parcela, mientras se preserva el resto de la parcela sin desbroce.
Caminos condenados
También, la recuperación y renaturalización de varios de los caminos de la parcela (actualmente, condenados todos salvo los inferiores) y su conexión con las sendas provenientes del municipio ripense. Por último, la creación de un mirador en su zona más alta.
Según el Plan Especial de Protección del Bosque Metropolitano de Madrid, la idea municipal para el ámbito, denominado ‘Cerro Sur’ y ‘Bosque de Los Ladrones’, es «potenciar las vistas desde y hacia las mayores cotas del ámbito y sus laderas, así como la preservación de su geología, su geomorfología» y su vegetación.
Proyectan que por la zona haya caminos naturales de la red principal y secundaria ideados dentro de la red verde metropolitana. Asimismo, introducir parte de la red ciclable procedente de la rotonda que sirve de cruce de caminos entre Rivas Vaciamadrid, Mejorada del Campo y Coslada.
Valor natural máximo
Se trata de un ámbito yesífero con fuertes pendientes de unos 60 metros hacia el valle del Jarama, por lo que la edificación en la zona es muy problemática. Su vegetación está formada por bosque mixto, matorrales y herbazales.
Está catalogada, según los estudios de la Comunidad de Madrid, como de calidad ambiental alta o media y fragilidad variable. Los estudios botánicos municipales especifican que un tercio de su vegetación se pueden catalogar como de valor natural máximo.
Cerámica de galbos
En su parte inferior, desemboca en la carretera M-203, paralela al pequeño arroyo de los Ladrones, y la R-3. Forma parte del parque forestal del Cerro de la Herradura ideado en el Plan Especial que se aprobó a tal efecto.
En el ámbito, según el catálogo de bienes de patrimonio histórico regional, los sondeos arqueológicos dirigidos en 2003 por las técnicos Elena Serrano y Mar Torra hallaron cerámica de galbos y lascas de sílex, aunque no se trataba de una zona donde habitase población, habida cuenta de su orografía.
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