El Ayuntamiento de Madrid propone permutar parcelas dotacionales por suelos industriales de la etapa 5 de urbanización de Valdecarros para generar un corredor ecológico en forma de ‘Y’ en torno al arroyo de Valdeculebra.

Así lo indica la ficha de la unidad de ordenación del Corredor de Valdeculebra contenida en el lote 3 del proyecto del Bosque Metropolitano de Madrid, actualmente en tramitación. La intención del Consistorio es crear un corredor ecológico, aprovechando la presencia del arroyo antes mencionado, que dé permeabilidad natural al espacio fronterizo entre las zonas perimetrales del Ensanche de Vallecas y la etapa 5 de Valdecarros, desde el ecoducto que surcará la M-45 hasta el futuro bosque de Valdeculebra, al sureste, y los espacios verdes que se crearán en la etapa 4 de Valdecarros en la zona del Cerro Milano y en el denominado ‘Bosque del Murmullo’.

Para ello, se plantea una reagrupación de usos industriales con el objetivo de incorporar más espacio a este ‘anillo verde’ de la capital, en lo que se considera un ‘punto crítico’ para esta infraestructura natural, según el documento. Eso supondría realizar una permuta entre las parcelas de la etapa 5 de urbanización de Valdecarros B.71.a y B.74.a (75.541 y 54.837 metros cuadrados de superficie y 240.835 y 174.828 metros cuadrados de edificabilidad, respectivamente), catalogadas con uso de industria tradicional, por las parcelas dotacionales B.69.a y B.72.a (47.093 y 48.679 metros cuadrados de superficie), ambas al borde de la Gran Vía del Sureste. También, se realizarían ciertas modificaciones en el diseño del viario tanto de esta avenida como de otras calles subsidiarias y se transformaría la calificación de algunos suelos dotacionales en zona verde en ambos barrios.

El camino viejo a la cantera de la Inmaculada
El proyecto plantea crear en ese ecocorredor una red de caminos continua y completa, con pasos inferiores al tráfico rodado y una red ciclista, en paralelo a la cuenca del arroyo. También, modelar el terreno con soluciones naturalizadas en su morfología y reducir la pendiente de varios taludes que impactan en el paisaje. De la misma manera, se pretende proteger la geomorfología del tramo medio del arroyo y su restauración paisajística a modo de parque forestal con repoblaciones de ribera y pequeños ensanchamientos estanciales.

El documento estima, además, la preservación de la vía pecuaria denominada colada de Valdeculebra y la puesta en valor del antiguo camino Viejo a la cantera de la Inmaculada, para transformarlo en un eje estructurante natural. Se vislumbra, además, la creación de áreas de actividad vinculados al Bosque Metropolitano y la mejora de la red de caminos secundarios existentes.







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