El Ayuntamiento de Madrid mantiene sin definir el suelo que proyectó para el cementerio de los Cantiles del Manzanares, vinculado al desarrollo de Valdecarros.
El Plan General de Ordenación Urbana de 1997 de Madrid incluyó la creación de un cementerio en la zona de Los Cantiles del Jarama, tipificado como el Área de Ordenación Especial 00.11. Debía desarrollarse mediante plan especial. La memoria de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana de 1997 debida a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de 27 de febrero de 2003, casada parcialmente por la sentencia del Tribunal Supremo del 3 de julio de 2007, recogió que esta infraestructura debía estar situada, al menos, a un kilómetro de las viviendas y contar, al menos, con un acceso desde la etapa 6 de urbanización de Valdecarros, que se cuantificaba en 24 millones de euros que debía sufragar la Junta de Compensación.
El proyecto fue menguando a medida que fue avanzando el tiempo. Cuando se aprobó la urbanización de Valdecarros, en 2009, se anunció la reserva de 329.957 metros cuadrados en la pastilla verde más importante de los cantiles del Manzanares. Sin embargo, un informe de sostenibilidad ambiental en 2013 identificó valores ambientales de interés en la zona y redujo en 208 hectáreas el proyecto. A cambio, en 2017, se anunciaba una pequeña ampliación en el cementerio de la villa de Vallecas.
De forma silenciosa, el camposanto se mantuvo en el planeamiento con el Bosque Metropolitano. El proyecto ganador del lote sureste de este megaplan, titulado ‘A flor de yeso‘, proponía la implantación de un nuevo cementerio naturalizado en el sureste, en concordancia con el planeamiento urbanístico vigente. Su peculiaridad estribaría en que la instalación se adecuaría al entorno y buscaría la preservación y puesta en valor del paisaje natural en el que estaría inmerso.
Un ciclocarril desde Valdecarros
La idea sería que su desarrollo se implementase en forma de pequeñas islas de uso funerario, adaptadas a la morfología del terreno, surcadas por las sendas y caminos existentes (de hecho, el proyecto contemplaba dos viarios de acceso al cementerio desde las etapas 6 y 8 de urbanización de Valdecarros). En esta infraestructura, se aprovecharía el potencial paisajístico de la cornisa del río Manzanares.
Finalmente, el proyecto municipal planteó la creación del cementerio con accesos desde el nudo previsto en la M-50, un acceso a través de la zona de Salmedina y un ciclocarril desde el Valdecarros urbano. El Consistorio presupuestó en 6 millones de euros su implementación. Según el plan de plazos establecido en el proyecto, se llevaría a cabo por fases entre 2026 y 2068, si bien, la urbanización de la zona por parte de la Junta de Compensación, según el calendario de trabajo de Valdecarros, se produciría entre 2031 y 2035.
Sin embargo, en estos momentos, esta infraestructura parece no entrar en los planes de la administración. Según informó a Nuevo Sureste un portavoz del Área de Urbanismo de Madrid, se trata de un proyecto vinculado al desarrollo de Valdecarros cuyo terreno aún no tiene definido su uso y no cuenta con reparcelación. Fuentes del sector indicaron a este periódico que tampoco está dentro de la agenda. Es decir, si bien no se termina de descartar el proyecto ha entrado en muerte técnica salvo que las circunstancias indiquen lo contrario.
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