La Junta de Compensación de Los Ahijones prevé comenzar las obras de su segunda etapa de urbanización entre los meses de septiembre y octubre de 2025, informaron a Nuevo Sureste fuentes de la entidad.
De tal modo, Los Ahijones pondrá en marcha entonces los movimientos de tierras y las obras de saneamiento para desarrollar el proyecto en este ámbito. Se trata de la cuarta etapa en ponerse en marcha dentro del calendario de obras que prevé la Junta. El primer episodio de urbanización está rematándose a falta de concluir los trámites de infraestructura con las empresas eléctricas y terminar de ejecutar los parques. Asimismo, las etapas 3 y 4 se encuentran a un 70 por ciento de avance de obras.
Esta segunda etapa supone intervenciones estratégicas para el ámbito. Por un lado, se acondicionará todo el perímetro este y norte del nuevo barrio, colindante con las carreteras M-45 y R-3. En esa franja, se tratarán 84.405 metros cuadrados de zonas verdes y 95.720 de redes generales que, probablemente, también se destinen a este menester.
Además, se tratará todo el trazado de la M-203 hasta la rotonda de conexión con Rivas Vaciamadrid. Esta carretera está ya totalmente desviada en dirección norte, a causa de la construcción del parque central de la etapa 1 de urbanización. Se acondicionarán dos parcelas industriales (PI-1, 14.650 metros cuadrados de superficie, y PI-2, 16.910 metros cuadrados de superficie), se creará un pequeño centro comercial sobre una parcela de 8.792 metros cuadrados (TRC-3) y dos estaciones de servicio (DPES-2, 2.876 metros cuadrados, y DPES-3, 4.280 metros cuadrados).

Vivienda de integración y un rascacielos
Estos terrenos serán escenario de una fuerte apuesta por la vivienda protegida con 17 enormes parcelas con distintas tipologías residenciales reconocidas. Las dos más importantes serán las pastillas RSM-VP-1 y 2, de 28.700 y 26.252 metros cuadrados de superficie, respectivamente, que permitirán la construcción de viviendas públicas regionales o de integración social.
Diez parcelas y 47.676 metros cuadrados de superficie se dedicarán a residencial colectivo de protección oficial o de alquiler con derecho a compra (RMC-1, 2, 3, 4, 6, 7, 8, 9, 21 y 23). Dos parcelas más de protección oficial guardarán la cualidad de residencial de manzana abierta (RM-3 y 7, con 8.150 y 7305 metros de superficie, respectivamente). Otros tres terrenos (RMC-11, 12 y 24) serán para viviendas de protección de precio limitado hasta un total de 12.769 metros cuadrados.
Por otra parte, otras seis parcelas (RMA-1, 4, 6, 8 y 9; RMC-16, 17 y 22; y RT-1) serán de residencial libre, sumando 63.671 metros cuadrados. De ellos, caben destacar en esa ecuación tres polígonos que alcanzarán las mayores alturas de la etapa y confluirán en la Gran Vía del Sureste. RT-1, de 3.199 metros cuadrados de superficie, que será uno de los dos rascacielos de la Gran Vía del Sureste; RMA-1 y RMA-4, de 18.544 y 10.995 metros cuadrados, respectivamente, que serán dos grandes residenciales de manzana abierta.
Equipamientos sociales y un parque de manzana
A nivel de suelo dotacional, se rematará la parcela RGE-5 (26-489 metros cuadrados), compartida con la etapa 1; y se habilitarán dos enormes suelos (RGE-3 y 4, 30.491 y 28.577 metros cuadrados, respectivamente). También, dos terrenos para equipamientos sociales y de servicios (RLE-2 y 3, 4.532 y 18.612 metros cuadrados) y un pequeño parque de manzana (RLEL-11, 3-793 metros cuadrados).
La etapa estará surcada en su límite este por la Gran Vía del Sureste, la R-3 al norte y la M-45 al oeste. Estará vertebrada en sentido norte-sur por la prolongación de las calles de Arroyo del Fresno, y de Francisco Escobar y Saliente. En sentido oeste-este, será el eje la prolongación de la calle de Vigil.
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