El Pleno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado la modificación puntual del plan parcial de El Cañaveral con los votos a favor de los grupos municipales del Partido Popular y Vox, y la abstención de Más Madrid y el Partido Socialista.
De esta manera, concluye una tramitación que comenzó con la aprobación inicial de este expediente el 1 de junio de 2023. Como ya explicó en profundidad Nuevo Sureste, plantea sustanciales modificaciones respecto a la planificación original para adaptarla al urbanismo del siglo XXI. La más importante es la transformación de la zona Mixta Centralidad del Sector (MCS)-Parque Central. La propuesta ha sido objeto de 39 alegaciones presentadas por tres asociaciones distintas del barrio, que han sido estimadas parcialmente.

El delegado de Urbanismo municipal, Borja Carabante, explicó que este nuevo plan permitirá la creación de una gran zona verde de 388.352 metros cuadrados y un carril bici de 2,3 kilómetros. Estimó la importancia de acompasar las dotaciones a la llegada de los vecinos. Terminó su alocución valorando el Plan General de Ordenación Urbana de 1997 en el que se aprobó este sector como visionario en la puesta en uso del suelo necesario para la creación de vivienda suficiente para la demanda de la ciudad.
Intercambiador de transportes
El concejal de Más Madrid, José Luis Nieto, valoró la actualización que supone el plan respecto al urbanismo de hace 20 años. No obstante, criticó la falta de consenso en su gestión. Argumentó que apuesta por la movilidad ciclista y peatonal, resuelve la conectividad de la vía pecuaria, promueve los usos mixtos y crea un hito de centralidad en el nuevo parque central. Por el contrario, criticó que no se vaya a construir el intercambiador de transportes tal y como se había prometido y que el vínculo del parque central con el Bosque Metropolitano es una mera hipótesis.
Ignacio Ansaldo, portavoz de Urbanismo de Vox, coincidió en que el parque central ofrecerá grandes beneficios como el acogimiento de eventos culturales y festivos, y la contribución a la renaturalización de la zona. Se mostró escéptico con que el cambio vaya a generar problemas de tráfico o vaya a afectar a la movilidad. También consideró que el traslado de la edificabilidad a la zona este de la manzana permitirá desarrollar la zona, hoy día muy poco poblada.
Por último, el concejal socialista Antonio Giraldo, concedió que el plan requería modificaciones para adaptarse a las necesidades urbanísticas actuales y respondía a intereses legítimos de la Junta de Compensación. No obstante, concretó que debería haberse realizado un proceso de participación amplio para conocer qué propuestas tenía la ciudadanía. Por último, criticó el fracaso de la estrategia del este, tal y como se concibió en el Plan General de Ordenación Urbana de 1997 de Madrid, que tenía vocación de fomentar el uso del automóvil.
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