El desarrollo de Los Cerros estará vertebrado por seis enormes bulevares que articularán el fragmento principal del barrio de norte a sur y de este a oeste.
Según el resumen ejecutivo del Plan Parcial de este sector, consultado por Nuevo Sureste, la jerarquía de las comunicaciones planteada por la Junta de Compensación en el ámbito tiene dos calles clave. La más importante es la avenida que unirá el sector con el barrio de El Cañaveral, cruzando el sector 2 de la Cañada Real de Merinas (el denominado como ‘bulevar del sílex’ en el proyecto municipal del Bosque Metropolitano). Se trata de la continuación de la calle del Marqués de Casa Tilly.
La segunda, se trata de la vía norte-sur que coserá la pastilla urbana principal del barrio con la urbanización de la zona norte, colindante con el futuro parque forestal del Cerro de la Herradura y, más allá con las inmediaciones del Hospital Universitario del Henares, en Coslada. Para ello, contará con un puente sobre la M-45. Hacia el sur, esta gran vía interior tendrá un fragmento de menor categoría urbanística en sus dos manzanas meridionales que conectará con la glorieta central del cinturón sur-este del sector. Esta vía meridional (SI-21) unirá la calle de Luis Ocaña de El Cañaveral, cruzando también la cañada, con la avenida este-oeste más septentrional del barrio y con el parque forestal que se acondicionará en el costado este del desarrollo.

Urbanismo holístico
Sin embargo, lo que convierte estas calles en estratégicas para la concepción del barrio es su planteamiento holístico, pues incluye todas las demandas ciudadanas de uso del espacio público, a través del concepto de bulevar.
La prolongación de la calle del Marqués de Casa Tilly se articulará como una vía de 57 metros de ancho. Los urbanistas plantean dos alternativas. La primera está compuesta por un bulevar central de 16 metros que incorporará una infraestructura central segregada de tres metros de ancho para una pista-bici jalonada de sendas hileras arboladas.
A su vez, a ambos lados de esta, habrá calzadas de 10,50 metros con capacidad para introducir tres carriles por sentido (al tratarse de una carretera de carácter distrital, las recomendaciones técnicas especifican un ancho medios de 3,5 metros por carril). Aledaños a estos, se reservarán cuatro metros para carriles bus y, cabe las mismas, aceras peatonales de seis metros de ancho.

Bus de tránsito rápido
La segunda alternativa para esta vía agranda el bulevar central. Alrededor del carril bici y su paseo arbolado, habría dos aceras, una de 3,25 metros y otra de 7,5 metros. Adyacente a la primera se situaría un carril bus de siete metros de ancho y, a continuación, otra acera de 3,25 metros. Colindantes con este conjunto, se situarían las calzadas y las aceras laterales. Esta solución permitiría introducir la infraestructura necesaria para desarrollar en el barrio el bus de tránsito rápido (BRT) que estudian el Consorcio Regional de Transportes y el Ayuntamiento de Madrid para articular la movilidad transversal entre los desarrollos del sureste.
La vía norte sur acoge dos conceptos de bulevar. La parte principal entronca con la calle anteriormente citada gracias a la glorieta central del ámbito y discurre hacia Coslada. Tendrá un ancho total de 50 metros y también cuenta con dos alternativas. La primera concibe, según la sección transversal del proyecto, un bulevar central de 11,5 metros, con un espacio central reservado idéntico a la anterior. A cada lado, una calzada de siete metros de ancho para albergar dos carriles, una mediana de 1,5 metros, plataformas reservadas de autobús (cuatro metros de ancho) y aceras de 6,75 metros.
La segunda opción correspondería a unas aceras laterales de 6,75 metros, acompañadas de calzadas de dos carriles (siete metros de ancho) que encapsularían dos aceras intermedias (3,25 y 6 metros, respectivamente), dentro de las que se situarían la plataforma de autobuses, la pista-bici y la acera central separadora.

Vía estancial
La parte sur de esta vía, de categoría local colectora, también tendría 50 metros de ancho, pero su conceptualización tendría mucho más que ver con la idea de vía estancial (los bulevares con más de ocho metros se consideran de este modo). Así, este espacio contará con su pista-bici y su doble hilera arbolada central. Sin embargo, habrá dos aceras intermedias de 9,75 metros cada una, cediendo al tráfico a sus espaldas siete metros (dos carriles por sentido) y, más allá, dos aceras de 6,75 metros.
No obstante, el desarrollo esconde tres bulevares de carácter totalmente de mayor poder de vertebración local todavía. Se trata de los concebidos en las calles paralelas a la avenida central este-oeste y, sobre todo, el enorme bulevar paralelo a la avenida norte-sur que aglutina dos calles enteras.
‘Superbulevar’
En el caso de las dos paralelas, las vías, de 35 metros de ancho cada una, estarán configuradas del siguiente modo: una acera lateral de seis metros de ancho, un bulevar peatonal de doce metros (equivalente a los de la calle de Ibiza de Madrid) con árboles a ambos lados, una calzada de siete metros (dos carriles), con aparcamientos de 2,25 metros de ancho a un lado y un carril bus reservado de 3,5 al otro, y una acera de 4,25 metros.
Por otro lado, el ‘superbulevar’ norte sur se articulará juntando dos calles de 30 metros de ancho cada una, compuestas por dos calzadas centrales de siete metros cada una (dos carriles por sentido), separadas por medianas arboladas de 3 metros, y con aparcamientos de 2,25 metros de ancho en su lado exterior, rematadas por aceras de ancho variable. La unión de ambas vías crearía una megacalle de 60 metros de ancho,. Si se retranquearan las aceras laterales de la misma al mínimo de 2,5 metros que establece la legislación, se podría crear otro espacio central de 12 metros de ancho, para una avenida de unos 600 metros de largo.
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