El Camino de Uclés: la ruta de los peregrinos del sureste que pasa por Valdecarros

por | 26 Jul. 2024 | 0 Comentarios

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El 9 de enero de 2024 se cumplió el octocentésimo quincuagésimo aniversario (850 años) de la entrega del castillo de Uclés a los caballeros de la Orden de Santiago por parte de Alfonso VIII y Leonor de Plantagenet, convirtiendo el lugar en monasterio y ‘caput ordinis’, la sede central de la organización. A partir de este momento, se convirtió en espacio de formación para los hijos de los nobles castellanos y espacio de muy vinculado con Santiago de Compostela, ya que ambos municipios poseen los dos templos más importantes dedicados al apóstol en España y, por tanto, espacios de peregrinación. Nuevo Sureste entrevista al creador del Camino de Uclés-Santiago, Manuel Rossi, para recuperar la memoria de Valdecarros como tierra de peregrinos.

Así, se estableció un camino entre Uclés y Santiago que, si bien no era el más antiguo (en este caso, se trata del viaje que realizó en el siglo IX Alfonso II el Casto desde Oviedo, a través de Lugo, para visitar la tumba del apóstol), sí se constituyó como uno de los más importantes.

La Orden se encargaba de vigilar los caminos para proteger a los peregrinos y los municipios establecían hospitales con personal (como el que estaba junto al puente del río Bedija, en Uclés) para atenderlos. La muestra del vigor de este camino bidireccional estriba en que, en 1554, Arganda del Rey ya contaba con una cofradía dedicada al apóstol Santiago, la segunda más antigua de España. En Vaciamadrid, los peregrinos se hospedaban en la iglesia de San Marcos y la casa de postas.

Camino de Uclés (fuente: Ministerio de Agricultura)
Camino de Uclés (fuente: Ministerio de Agricultura)

Desamortización y olvido

En el siglo XIX, el monasterio fue dañado por el ejército napoleónico durante la batalla de Uclés. En 1836, a causa del proceso desamortizador, el monasterio perdió su carácter religioso (fue un colegio, un hospital, después de ser saqueado en la Guerra Civil, y una prisión hasta que, en 1949, la Diócesis de Cuenca lo reclamó y rehabilitó) y se perdió la costumbre de dicho camino, aunque quedaron algunos recuerdos en la toponimia de los pueblos, las advocaciones de las iglesias y el acervo popular de la Mancha Alta.

Y, como los ojos del río Guadiana, cuyos afluentes bañan esa comarca, el camino desapareció hasta 2010. Entonces, Manuel Rossi estaba enfermo de páncreas. «Creía en la cruz de Caravaca y, como era año santo, decidí peregrinar con un amigo». Cuando llegó a Horcajo de Santiago a sellar su credencial, el cura, Julián de Cuenca, le explicó que le faltaba el sello más importante del camino: el de Uclés, que había sido sede de la Orden de Santiago y centro de peregrinación. Le explicó por dónde iba esa senda y Rossi decidió reconstruirla.

«Fui paso a paso recorriendo todo el camino durante tres meses para reconstruirlo», continúa. De esta forma, lo recuperó del olvido, aunque tuvo que reformularlo. «La mayor parte de las vías de peregrinación eran antiguos caminos que hoy ocupan las grandes carreteras. Hemos diseñado un camino seguro para los caminantes porque han muerto muchos peregrinos atropellados en el pasado. Queremos que puedan recorrerlo personas con problemas de movilidad. Sólo hay que cruzar dos pasos de cebra«, añade.

Flechas amarillas

Para eso, utilizó antiguos senderos agrícolas desde Uclés hasta Estremera y una parte de la vía verde del Tajuña hasta alcanzar Madrid. Así, se conformó un itinerario de 145 kilómetros de longitud y de doble sentido (sólo poseen esta característica Uclés, Fátima y Rocamadour) con las siguientes etapas: la iglesia de Santiago o la iglesia de las Comendadoras de Madrid, Rivas Vaciamadrid, La Poveda, Arganda del Rey, Morata de Tajuña, Perales de Tajuña, Tielmes, Carabaña, Valdaracete, Estremera, Barajas de Melo, Huelves y el Monasterio de Uclés.

Manuel Rossi, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Uclés (fuente: Nuevo Sureste).
Manuel Rossi, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Uclés (fuente: Nuevo Sureste).

Así, el 5 de marzo de 2011 se instituyó de forma oficial el camino de Uclés-Santiago, pues su conclusión permitía enlazar el viaje con la peregrinación a Santiago. Se inauguró el 17 de abril de ese mismo año. «30 personas comenzamos el camino en Madrid y sólo llegamos nueve a Uclés. En el monasterio nos recibieron con los brazos abiertos«, rememora Rossi.

Fernando Lalanda, historiador del Camino de Santiago, junto con Rossi y algunos amigos, constituyeron la Asociación de Amigos del Camino de Uclés. Comenzaron a pedir permisos municipales para pintar flechas amarillas indicativas en los árboles para la peregrinación e instalar cruces de Santiago.

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‘Grafitis’ peregrinos

Los primeros años fueron difíciles porque la mayoría de los peregrinos no utilizaban la credencial de viaje y el propio Rossi tuvo que dibujar el plano a mano perfilando las características de todas las iglesias de cada pueblo. A medida que fueron acudiendo peregrinos, la asociación fue tomando fuerza. Sanearon de procesionaria un bosque en Barajas de Melo que hoy lleva el nombre del camino, y colocaron la cruz del peregrino en ese mismo pueblo, en uno de los puntos más lejanos desde donde puede verse la silueta de la ciudad de Madrid, a 174 kilómetros de distancia.

A continuación, comenzaron a colocar hitos de hormigón, sufragados por algunos ayuntamientos («después de catorce años, algunos municipios no han pagado ni la pintura que hemos gastado para hacer los indicadores del camino. En otros, los servicios de mantenimiento nos han borrado las señales creyendo que eran grafitis», critica el presidente de la asociación), con azulejos indicativos del kilometraje y la dirección para seguir los caminos de Uclés y Santiago (la cruz de Santiago indica el sentido hacia Uclés y la vieira, el de Santiago). Cuando esté terminado el proyecto, habrá más de 200 mojones de este tipo en todo el recorrido.

Credencial del peregrino del Camino de Uclés (fuente: Nuevo Sureste).
Credencial del peregrino del Camino de Uclés (fuente: Nuevo Sureste).

Se han instalado espacios de autosellado y botiquines para los caminantes, y muchos comercios de los pueblos por los que pasa la senda se han convertido en centros de sellado. La sede principal del Camino se ha ubicado en Rivas Vaciamadrid, aunque carece de infraestructuras de hospedaje para acoger a los peregrinos.

Poco a poco, se fueron sumando pueblos al proyecto. El último en llegar fue Morata de Tajuña (2017). Villarejo de Salvanés ha solicitado su incorporación al camino, habida cuenta que contaba con una casa de postas para el cambio de caballos a los peregrinos, que era Cabecera Mayor de la Encomienda de la Orden de Santiago y que tiene una de las fortalezas mejor conservadas de estos caballeros.

Albergues

En 2012, Estremera creó un albergue público municipal para peregrinos y, poco después, Perales de Tajuña abrió uno privado sólo para viajeros con credencial. El Ayuntamiento de Arganda del Rey anunció en mayo que, por acuerdo plenario, se habilitará un espacio como albergue para jóvenes y peregrinos. Hasta ahora, en el municipio, se prestaba este servicio en un hostal y, a falta de camas, en la propia iglesia de San Juan Bautista, donde el párroco habilita el local de catequesis para pernoctar. El pasado 13 de abril, el presidente de la Diputación de Cuenca inauguró el mayor bordón universal del peregrino a 11 kilómetros de Barajas de Melo.

Plano del Camino de Uclés- Santiago (fuente: Nuevo Sureste).
Plano del Camino de Uclés- Santiago (fuente: Nuevo Sureste).

Hoy día, se trata de una ruta reconocida por el Ministerio de Agricultura y todos los ayuntamientos por los que discurre el camino, que utilizan el camino como reclamo turístico. En sus trece años de existencia, ha visto pasar a 30.000 personas y su número de viajeros sigue en crecimiento. Sólo en 2023, el número de caminantes se duplicó con respecto al año anterior. Rossi concluye explicando las oportunidades culturales y económicas del proyecto: «El camino es parte de la cultura de estos pueblos y ofrece muchas oportunidades para mejorar el turismo y dar trabajo porque los peregrinos tienen que comer y dormir en cada etapa«.

La vereda uclesiana discurre por Madrid en paralelo al río, a través de los senderos que pasan entre los distritos de Villa de Vallecas y Villaverde hasta llegar al Parque Lineal del Manzanares. El callejero del pueblo vallecano mantiene la impronta que dejó dicho camino, pues la calle de Santiago dirige precisamente al sendero recuperado por Rossi. Desde allí, se introduce en el centro de Madrid. Entre esos pasos está el camino de los Vinateros, límite del futuro barrio de Valdecarros, que podrá presumir, antes de su nacimiento formal, de formar parte de una ruta de peregrinos centenaria.

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