Veinticuatro horas después de que la luz volviera a El Cañaveral tras el apagón de este lunes, numerosos vecinos y comerciantes de El Cañaveral denunciaban este miércoles que, aunque la electricidad ha vuelto al barrio, aún no han recuperado su conexión wifi, de datos móviles o cobertura telefónica. Algunos habitantes del barrio llevan dos días acudiendo a establecimientos hosteleros para poder teletrabajar debido a la falta de conectividad.
Marta y Carlos trabajaban la mañana de este miércoles desde la cafetería Seven de El Cañaveral. En su casa, volvió la luz en la medianoche del lunes, pero el wifi, no. «No tenemos nada de internet y los datos móviles y la cobertura van y vienen«, explica ella, mientras él trata de concentrarse en una reunión en la que está participando.
En otra cafetería cercana, Caprichos, una trabajadora cuenta que han sido varios los clientes que han acudido a trabajar a su establecimiento al enterarse de que su señal wifi funcionaba correctamente. No lo hacía, sin embargo, el TPV, que ha presentado algunos problemas para cobrar con tarjeta desde la recuperación de la luz.
Lo mismo sucede en el supermercado Ahorramás del barrio, donde un empleado explica que, desde el lunes, han tenido varios momentos de desconexión en los que los pagos electrónicos han resultado «imposibles», obligándoles a llamar a los técnicos al menos en dos ocasiones. Clientes y empleados denuncian la mala conexión en el entorno del supermercado. «Aquí normalmente ya hay muy mala cobertura, pero estos dos días está siendo imposible«, cuenta Andrea, vecina de la zona, tras colgar su teléfono con resignación al no lograr entenderse con su interlocutor.
Estas declaraciones se repiten en numerosos vecinos y vecinas del desarrollo como Iván, que vive en el entorno de la avenida Miguel Delibes y que denuncia: «No tengo conexión desde el apagón; por suerte no teletrabajo«. Sí tiene que hacerlo Carla, otra vecina de la misma zona que explica que en su edificio han creado incluso un grupo de mensajería para poner en común los problemas que parecen afectar a gran parte del inmueble.
Carla explica que lleva dos días con una conexión de datos móviles «muy fluctuante» que achaca de forma directa al apagón. «Antes no me había dado nunca ningún problema», asegura. Tampoco tiene ningún tipo de señal wifi en casa: «Tengo que teletrabajar dos días a la semana y estoy tirando de datos móviles, desde la compañía me dijeron que hoy a las 07.00 estaría solucionado pero no es así», se lamenta Carla, que explica que ha puesto reclamaciones tanto por correo electrónico, como mediante llamadas.
Los vecinos de El Cañaveral piden soluciones para dejar de ser una ‘isla de incomunicación’
Desde la asociación de vecinos AV El Cañaveral también denuncian la situación que vive el barrio e instan a seguir el ejemplo de esta vecina y poner reclamaciones ante las faltas de conexión. «Llevamos años reclamando mejoras en la infraestructura de telecomunicaciones. Seguimos padeciendo graves deficiencias en cobertura móvil y acceso a internet en un barrio con más de 22.000 residentes, lo que nos convierte en una isla de incomunicación en pleno siglo XXI, sin que las compañías operadoras ni las administraciones hayan dado una respuesta eficaz hasta la fecha», manifiestan desde la entidad vecinal.
Por su parte, la Asociación Vecinal El Cañaveral Avanza (AVECA) «manifiesta su indignación ante esta situación». «Ayer mismo tuve que enviarle a la profesora de mi hija un escrito, justificando por qué no había podido hacer el trabajo solicitado y que no la suspendiera. Sin wifi y una cobertura adecuada es imposible ni estudiar ni teletrabajar«, denuncia Rosa, presidenta de AVECA. En su opinión, se trata de una «situación que una vez más la Junta de Compensación está generando en el barrio, por su negativa a conceder derechos a las grandes operadoras, que son las que tienen capacidad real de dar cobertura al barrio«, afirma.
Faltan antenas y operadores: las telecomunicaciones de El Cañaveral
El director de la Junta de Compensación de El Cañaveral, José Antonio Díaz Rosa, achaca esta tesis al «desconocimiento» de cómo funciona el sistema de telecomunicaciones.
Por un lado, respecto a la cobertura móvil, explica que «El Cañaveral siempre ha tenido problemas de cobertura porque las antenas que cubren el barrio están muy lejos: una en Coslada y otra en Los Ahijones. Las operadoras no han podido instalar antenas en ningún edificio residencial, porque ninguna comunidad de propietarios ha accedido a dar el permiso, hasta el momento. También han propuesto instalar antenas en parcelas municipales, pero hasta ahora no han obtenido la licencia. Y me consta que el futuro parque comercial de El Cañaveral tiene previsto instalar una antena en su tótem, lo que sin duda mejorará las comunicaciones en el barrio. Pero la Junta de Compensación no tiene nada que ver en todo este asunto», afirma Díaz Rosa.
Por otro lado, está la cuestión de las redes de telecomunicaciones. «En la fase de proyecto de urbanización, las compañías de servicios firman acuerdos con la Junta para garantizar los suministros. Con estos acuerdos, el Ayuntamiento accede a la aprobación del proyecto de urbanización. En estos convenios, lo normal es que la compañía aporte dinero o materiales. Con ello se ejecutan las canalizaciones por donde las compañías tienden su red. A medida que el Ayuntamiento va recibiendo las diferentes fases de urbanización del sector, la compañía va adquiriendo la propiedad de su red y la va poniendo en servicio», cuenta Díaz Rosa.
El director relata que, en su momento, la Junta de Compensación se puso en contacto con todas las operadoras para que desplegaran sus redes en El Cañaveral. «La única que accedió fue ONO, que después fue absorbida por Vodafone. En aquel momento Telefónica no quiso entrar en El Cañaveral», abunda. Por este motivo, la red de comunicaciones de El Cañaveral es propiedad de Vodafone. «Cualquier otra compañía que quiera prestar servicio en El Cañaveral debe, pues, negociar con Vodafone para alquilar su red y, de esta forma, poder comercializar sus servicios en el barrio, tal y como ocurre en cualquier sitio de España». «La red de telecomunicaciones de un barrio es propiedad de la compañía que la ha desarrollado, y en esto la Junta de Compensación tampoco tiene nada que ver», concluye.
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