La Junta de Compensación de Los Berrocales ha terminado las obras de su primera fase de urbanización y ya se están desarrollando sus primeras viviendas, explicó Luis Cesteros, gerente de la entidad.
El responsable de la organización realizó este anuncio en la IV Jornada Inmobiliaria de El Economista. Se trata del siguiente paso constructivo después de que el Ayuntamiento de Madrid concediera al sector la simultaneidad de los trabajos de urbanización y edificación el 29 de noviembre de 2023 y la aprobación definitiva del proyecto de urbanización, el 2 de mayo de ese mismo año.
Cesteros continuó explicando que, en estas circunstancias, el ámbito ya cuenta con seis licencias de edificación para alrededor de 2.000 viviendas, después de que los registros de la propiedad resolvieran los expedientes que tenían pendientes. La primera fase de urbanización de Los Berrocales es una extensión de 862.000 metros cuadrados que se ubica sobre el extremo sur-suroeste del sector. Las obras fueron adjudicadas en diciembre de 2020 a FCC por 35 millones de euros.
Llegan las supermanzanas
La primera fase de urbanización se sitúa al suroeste de la pastilla central del barrio, limitada y conectada al este por la M-45 y la A-3 al sur. Además, dispone de puentes de enlace con el ensanche de Vallecas y, en breve, estará concluida la pasarela que conectará con el futuro polígono industrial del sector, ubicado en la quinta fase de urbanización.
Acogerá 4.431 viviendas, divididas en 53 parcelas. Cuenta con 144.580 metros cuadrados de zonas verdes y 93.077 metros cuadrados para equipamientos reservados. También, 92.800 metros cuadrados de superficie dedicados a un parque industrial y 18.075 metros cuadrados de terciario.
La disposición de esta etapa incluye tres segmentos diferenciados. En el centro, se ubica el bloque residencial principal, configurado en tres supermanzanas que abarcan 16 parcelas dispuestas ortogonalmente. Configuran la columna vertebral del vecindario. Doce de estos solares (RC 2.1, 2.2, 2.3, 3.1, 3.2, 3.3, 4.1, 4.2, 5.1, 6.1, 7.1, 7.2) están pensados para erigir pisos de vivienda de protección oficial. Otros cinco (RC 2.4, 4.3, 5.2, 6.2 y 7.3) complementarán la vivienda asequible con edificios de viviendas de precio tasado.
Plaza distribuidora
A nivel de vivienda libre, esta zona tendrá siete lotes de terreno (RC 3.4, 4.4, 5.3, 5.4, 6.3, 6.4, 7.4). De ellos, los cuatro primeros conformarán una enorme plaza distribuidora que conectará con la Gran Vía del Sureste. Estos edificios estarán volcados hacia uno de los iconos del desarrollo, el parque lineal que se configurará alrededor del arroyo de La Marañosa. Al sur de todo el conglomerado de parcelas, se sitúan cuatro solares industriales (PI. 11, 12, 13 y 14), a modo de barrera acústica ante la A-3, acompañados en el empeño con tres zonas verdes ya en las proximidades del talud de la carretera.
Esa misma utilidad tendrá en la zona este y noreste el segundo fragmento de esta etapa de urbanización. Aquí se concentrarán los grandes terrenos industriales y los equipamientos. Así, tres enormes parcelas industriales (PI. 8, 9 y 10) y una de dotacional privado (DP.9, presumiblemente, una gasolinera) separarán el barrio de la M-45. En paralelo, habrá tres enormes parcelas de equipamientos sociales (ES. 34, 35 y 40).
Por último, al otro lado del parque del arroyo de La Marañosa, colindante con la Gran Vía del Sureste, habrá siete parcelas. Cuatro de ellas serán de residencial libre (RC 4.6, 5.6, 6.6 y 7.6) y las otras tres, torres de terciario de oficinas (TO 1.6, 2.6 y 3.6).
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