El Parque Regional del Sureste ha cumplido este verano 30 años. Se trata de un entorno medioambiental en recuperación muy complejo que toma contacto con los desarrollos del sureste en Los Cerros y Valdecarros.
Este espacio natural protegido abarca 31.550 hectáreas de la región, a lo largo de 16 municipios, en los que se suceden hasta 400 hectáreas de humedales, cortados yesíferos, bosques de pino y coscoja, zonas de cultivo en las vegas de los ríos y depósitos de grava silícea.
La zona está bajo la protección de la Comunidad de Madrid, que cuenta con dos centros de educación ambiental, ‘El Campillo’, en Rivas, y el ‘Caserío del Henares’, en San Fernando de Henares. También, diez sendas y rutas indicadas para recorrer el parque a pie y en bicicleta, y 18 áreas recreativas. Forma parte del Arco Verde Regional y contará con conexiones con el Bosque Metropolitano de Madrid.
Los Cerros se incardina con el parque a través de los barrancos de los Ladrones en su extremo sur-sureste, colindantes con el término municipal de Rivas Vaciamadrid. Está incluido dentro de la tercera etapa de urbanización del ámbito. Según la categorización de terrenos en el parque, esta zona está catalogada como reserva natural. Sobre todo, destinadas a proteger especies vegetales gipsícolas en situación muy frágil, así como varias especies de insectos y pequeños reptiles.
Área recreativa
Además, toda la frontera este del sector, correspondiente con el futuro parque forestal del Cerro de la Herradura, hace de frontera y balcón hacia el parque en las inmediaciones de San Fernando de Henares, Coslada, Mejorada del Campo y Velilla de San Antonio. Este ámbito se encuentra cerca del área recreativa del paseo de la Abejuela, en la circunvalación de San Fernando de Henares.
Mientras, el terreno de los cantiles del Manzanares y el camino de los Vinateros, en las etapas 6 y 8 de urbanización de Valdecarros, es también el límite con el parque a través de todo el cauce del río Manzanares, zona en plena restauración por parte del Ayuntamiento de Madrid. Asimismo, el gran mirador con que contará el barrio en la etapa 7 de urbanización se convertirá en uno de los espacios más privilegiados de la ciudad para contemplar las maravillas naturales del parque.