Los principales promotores inmobiliarios del país y de los desarrollos del sureste de Madrid defendieron la necesidad de incrementar la producción de viviendas, incluidas las asequibles, para afrontar el problema de oferta que sufre el sector. También abogaron por la generación de más cantidad de suelo para vivienda y el incentivo gubernamental para la compra a aquellos grupos sociales con más problemas, como los jóvenes.
Estas aseveraciones se realizaron este miércoles en la mesa profesional titulada ‘La transformación del negocio y el momento de la vivienda asequible’, incluida en la Jornada Inmobiliaria de El Economista.
Según Jorge Pérez de Leza, CEO de Metrovacesa, el comportamiento del mercado inmobiliario en este primer semestre ha sido sorprendentemente bueno. Fundamentalmente, por el desequilibrio de la oferta y la demanda. A este hecho se ha sumado el incremento de la inmigración, calculada en alrededor de medio millón de personas. Esta realidad ha supuesto que haya una necesidad de creación de 200.000 hogares.
Sector fiable
Sin embargo, la construcción de vivienda sólo alcanza a 100.000 casas, por lo que se produce un déficit que se suma a los 600.000 habitáculos que faltan en el país. «Eso hará que sigamos vendiendo bien pero no es la solución del problema porque queremos contribuir a solucionarlo. Como sector fiable, queremos poner más vivienda en carga», concretó.
Francisco Pérez, CEO de Culmia, añadió que, a pesar del crecimiento vegetativo negativo, gracias a la inmigración y al empuje del empleo, la demanda de vivienda seguirá avanzando, sobre todo en las áreas metropolitanas de las grandes ciudades y las islas.
A tenor de las cifras aportadas por José Carlos Saz, CEO de Hábitat Inmobiliaria, las ventas en lo que va de año en su empresa han sido este año un 16 por ciento superiores a las del año pasado. Los datos de cobertura alcanzan el 95 por ciento de las viviendas vendidas de este año, el 67 por ciento de las viviendas del año que viene, y el 40 por ciento de las viviendas de 2026.
Borja García-Egotxeaga, CEO de Neinor Homes, matizó que, si bien el sector está pasando por un buen momento, «llega un problema de suelo y va a más. Somos conscientes de que trabajamos en suelos desarrollados a 35 años. La primera herramienta que debe adoptarse a nivel de comunidades autónomas y áreas metropolitanas es cuantificar el suelo disponible y el que aflora. Y la responsabilidad de la administración es que se desarrolle. El modelo precrisis no funciona ya. Intentamos comprar suelo finalista y no lo crea prácticamente nadie en España».
Diversificación de carteras
Y añadió: «Es necesario poner los mecanismos para hacerlo realidad. Hablamos de que no hay suelo y debe de cuantificarse el que hay. El problema es que hay ayuntamientos que no tienen intención de hacer vivienda. Por suerte, el debate ha calado en la clase política y empieza a haber un consenso sobre la necesidad de desarrollarlo«. Por su parte, David Botín, director general de Servicios Inmobiliarios de Aedas Homes, consideró que el sector es muy heterogéneo en su comportamiento. «Tenemos promociones que están vendiendo más de 10 viviendas al mes y otras con una sola».
Respecto a la apuesta por el alquiler y la vivienda asequible, García-Egotxeaga explicó que las condiciones de la vivienda de alquiler protegida tiene unas condiciones muy distintas a la venta. En ese sentido, abogó por diversificar las carteras de negocio y encareció a la administración a mitigar el riesgo de las promotoras por la menor rentabilidad que supone. Por eso, concretó que es necesario fomentar la vivienda libre para desarrollar la protegida, incluida la de alquiler.
Pérez apostilló que va a haber espacios donde no va a ser posible plantear una política de alquiler asequible porque el precio se dispararía, por lo que sería mucho más efectivo fomentar la compraventa con un módulo asequible y un nivel de rentabilidad razonable. No obstante, ofreció la alternativa de que las administraciones permitan la explotación de los derechos de superficie para este tipo de formato de vivienda.
Demanda embalsada
Botín explicó que se ha estado produciendo sólo un diez por ciento de vivienda asequible, cuando nichos como la reposición y la segunda vivienda están alimentados. Por tanto, hizo entender que es necesario afrontar este objetivo.
Pérez de Leza estimó que la vivienda asequible se trata de un nicho con potencial. Sobre todo, en comunidades autónomas donde se ha actualizado el módulo y se ha indexado el IPC. «Nos hemos dado cuenta que, de esas viviendas, no tienes que limitar su oferta porque se vende todo a la lista de demandantes. Tenemos un ratio de conversión del 30 por ciento, lo que no se ha visto nunca. Eso indica que existe una demanda embalsada. Si hay políticas para hacerlo rentable, se va a vender el producto seguro».
Por otro lado, se señaló la incidencia de la bajada de tipos impositivos a la vivienda. Para Saz, no impulsará las ventas en obra nueva. «Puede ser que lo haga en segunda mano. En el caso de la obra nueva, se trata de preventas que se materializan en dos o tres años. Por tanto, el comprador no puede hacer las cuentas ahora para entonces». Pérez consideró, al contrario, que va a ayudar al sector, pues, si se ajusta la fiscalidad, se puede incentivar el mercado ‘build to rent’. Botín sentenció que, antes que las bajadas de tipos de interés o fiscalidad, lo que ayudaría serían las ayudas gubernamentales para romper la barrera de acceso a la vivienda, como los avales para jóvenes o la financiación más barata.
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