Los desarrollos del sureste están instalando sistemas urbanos de drenaje sostenible (SUDS) en las aceras de sus obras de urbanización para mejorar la permeabilidad y vegetación del suelo y evitar avenidas de agua en caso de tormenta torrencial.
Un sistema urbano de drenaje sostenible es una infraestructura previa al sistema de saneamiento de aguas que permite hacer más permeable el suelo, favoreciendo la creación de espacios vegetados y biodiversidad. Dosifica la aportación de escorrentía pluvial a los estanques de tormentas, por lo que reduce su gasto energético. También, reduce los efectos nocivos de los vertidos derivados del desbordamiento de aguas en episodios de lluvia.
El Ayuntamiento de Madrid aprobó en 2006, de forma pionera la Ordenanza de Gestión y Uso Eficiente del Agua. En su articulado, impuso unos porcentajes mínimos de superficie urbana libre, pública y privada, permeable. En el programa Madrid + Natural, agregó una cláusula por la que «los sistemas de drenaje de calles y espacios públicos deberán adaptarse para hacer frente a los fenómenos meteorológicos extremos que se prevén a consecuencia del cambio climático. Los sistemas de drenaje sostenible permiten la infiltración natural de las aguas pluviales, atenuando su volumen y facilitando la absorción de agua de escorrentía que proviene de superficies duras».

Ecocunetas antivuelco
Y añade: «La infiltración al terreno, alivia las redes de drenaje en períodos de precipitaciones intensas, permite racionalizar el dimensionamiento de estas redes, y devuelve al suelo un régimen de humedad más acorde al ciclo natural del agua, resultando especialmente conveniente para la vegetación de la ciudad».
Hay muchos tipos de SUDS: cubiertas ecológicas, jardines verticales, pavimentos permeables, jardines de lluvia, sumideros filtrantes, canales permeables, ecocunetas antivuelco, humedales… En los desarrollos del sureste, este elemento urbano se está instalando de modo sistemático en todas las obras de urbanización (habitualmente, acompañado de alcorques estructurantes) porque el suelo, de mala calidad por su carácter arcilloso y yesífero, retiene muy mal la escorrentía de la lluvia. Eso provoca mayores avenidas de agua y una mayor erosión edáfica.

«Es una infraestructura a la que el Ayuntamiento da mucha importancia a la hora de urbanizar», concreta el gerente de la Junta de Compensación de Los Berrocales, Luis Cesteros, desarrollo que ya ha entregado al Consistorio sus primeros espacios para su recepción.
«Tenemos el mismo pavimento que puedes encontrar en cualquier calle de Madrid. Por ejemplo, ya está instalado en la calle de Jorge Juan. Infraestructuras como los SUDS demuestran que promotores y ayuntamiento urbanizamos con las mejores calidades del mercado, independientemente de la zona de la ciudad», añade a Nuevo Sureste Ana María Martín, vicepresidenta de la Junta de Compensación de Los Ahijones. La entidad está concluyendo la instalación del adoquinado de la etapa 1 de su desarrollo. Idéntica pauta aplica la Junta de Compensación de Los Cerros, que ha planificado la inclusión de SUDS en su primera etapa.

Hormigón poroso
Así, en un 20 por ciento de superficie de las aceras de todos los viales, los nuevos barrios del sureste instalan pavimentos permeables, de acuerdo a las prescripciones de la guía básica de sistemas de gestión sostenible de aguas pluviales en zonas verdes y otros espacios públicos del Ayuntamiento de Madrid. En función del modelo, están compuestos por un cimiento de hormigón o zahorra sobre el que se ubica grava, arena miga o hormigón poroso. Esta doble capa se cubre con geotextil para soportar una película de tres centímetros de gravillín de calibre muy fino, que es el que soporta el adoquín permeable, cuyas juntas también se rellenan de este material y es por donde se filtra el agua.
«Todas las calles tienen zonas con franja drenante para facilitar la infiltración del agua. De esta manera, cuando hay una tormenta que genera demasiado caudal, el sistema absorbe parte de la escorrentía y va liberando el agua poco a poco, evitando alivios peligrosos y retrasando su llegada a los tanques», explica Felipe Retamar, director técnico de la Junta de Compensación de Valdecarros.
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