El Fuero Viejo de Madrid de 1202 estableció suelos de algunos de los desarrollos del sureste como espacios del término donde los ganados que circulaban por el alfoz de la ciudad podían entrar y beber agua.
Este texto medieval compiló las normas de la Comunidad de Villa y Tierra de la ciudad de Madrid entre 1145 y 1202, apenas un siglo después de la conquista de la zona por Alfonso VI. Su epígrafe XL, titulado ‘De exidos et entradas‘, se refería a los ejidos o prados comunitarios y las entradas o abrevaderos de la ciudad de uso libre para el ganado.
En el citado texto, se dice lo siguiente:
«Sachan justicias de Madrid exidos ubi ganato illorum intrent et bibant aquam sine dubio: Vbi cadit Malgraniello in Sarama, et ubi cadit Beua in Sarama. Et alia entrada in en el aldea de Belenego et de Iohannes Munoz. Et alia entrada inter arroio de Regas, et de Joanes Muñoz . Et alia inter arroio de Regas, et de Joanes Muñoz et Atarafal. Et alia in la Crebada. Et alia in Bado de Çid Fortes, et exeat a Fenares. Et alia del Berrocho usque al Acirate. Et alia in Bado de Carros. Et del Bado de Salze inde aiuso. Et de Calabazas usque al Congosto. Et ubi cadit Nobiles in Guadarrama, inde aiuso, bibant aquam. Et alia al Bado Arenoso, de la Torre Auen Crispin usque a la Coua Olmeda. Et del Morale del Almuna usque ad Cubito subt las casas. Alia ubi cadit Rabudo in Guadarrama. Del arroio de Fonte Forosa, usque al Soto de Petro Glodio, et del Anora ariba, ubi uoluerint. Et ubi cadit el Arroio de Tocha, en Balnegrar inde en aiuso. Et del Maiolo de Sanctio Cosso arriba, qui ibi laborauerit, perdat suum laborem et pecte LX solidos. Et in en Prado de Karache paschant boues et bestias, nisi ipsum quod est laboratum. Et del Maiolo de Locra Bono usque ad Linare de Mofadal. Et in Somas Aquas, ubi intrent el ganado de una parte ad alteram ad aquam«.
(Traducción: «Sepan los justicias de Madrid los ejidos, donde el ganado de los madrileños entre y abreve sin problemas. Donde se une el arroyo Mangranillo al río Jarama. Y donde se une el Bebas al río Jarama. Otro abrevadero en la aldea de Belenego y de Juan Muñoz. Y otro abrevadero entre el arroyo de Rejas y de Juan Muñoz y el Atarafal. Y otro en la Quebrada. Y otro en el vado de Cid Fortes, que salva el río Henares. Y otro desde el Berrueco hasta el Acirate. Y otro en el vado de Carros. Y del vado de Sauce, de allí hacia abajo. Y de Calabazas hasta el Congosto. Y donde se une el arroyo Nobiles al río Guadarrama, desde tal lugar hacia abajo den de beber al ganado. Y otro en el vado Arenoso, desde la Torre de Abén Crespín hasta la cueva de Olmeda; y del Moral de la Almunia hasta Codo, bajo las casas Y otro donde se une el arroyo Rabudo al río Guadarrama. Del arroyo de Fuente Porosa hasta el soto de Pedro Glodio. Y del Anora arriba, adonde quisieren. Y donde se une el arroyo de Atocha en Valnegral, de allí hacia abajo. Y del majuelo de Sancho Coso hacia arriba. Quien allí haga labranza, pierda su trabajo y pague sesenta sueldos. Y en el prado de Caraque pazcan bueyes y bestias, excepto en lo que esté labrado. Y del majuelo de Locrabono hasta el linar de Mohadal. Y en Somosaguas, introduzcan el ganado y abreven de una parte a otra«).

De tal manera, los jueces de Madrid estipulaban dónde los ganados podían entrar a beber agua sin impedimento. Como puede observarse, la relación especifica con mucha claridad la franja este de la ciudad. Se especifica el arroyo de Rejas, actualmente, en el distrito de San Blas-Canillejas. Bajo él, el vado de Cid Fortes, ubicado, según la investigadora del CSIC Matilde Fernández Montes, junto al puente de Viveros (es decir, en pleno río Jarama), hasta el cruce con el río Henares. Allí estaba la fortaleza islámica de Cervera. El término ‘berrocho’ es un arcaísmo del concepto ‘berrueco’ o peña granítica aislada, lo que podría referirse a la peña que soportaba dicha zafra.
A continuación, el Fuero se refiere a un acirate, término islámico que significa camino o loma que se hace en las heredades y sirve de lindero, un caballón entre huertas o una senda que separa dos hileras de árboles en un paseo. Es decir, podía referirse, continuando el curso del río, a los espacios entre sotos en suelos de la recién fundada Mejorada del Campo, propiedad del Obispado de Segovia, los del actual desarrollo de Los Cerros, los de Ribas de Jarama, aldea madrileña. De hecho, Ribas de Jarama conservó un paseo arbolado de estas características hasta bien entrado el siglo XX.
Hay que tener en cuenta que, por esa zona, discurría la ‘Cañada de los Torrejones’, luego denominada Cañada Real Galiana, que abandonaba en ese punto el sendero del río para entrar por los linderos entre Ribas de Jarama, Torre Pedrosa (entre Los Berrocales y Los Ahijones, junto al cerro Almodóvar) y Vicálvaro hasta Vallecas y Getafe. El siguiente lugar para abrevar era el vado de Carros, en terrenos entre los desarrollos de Los Berrocales, Valdecarros y el Ensanche de Vallecas, donde se concentran, además de numerosos chortales, los arroyos del Henar (Los Migueles) y el del Monte Viejo, que sería el que se uniría Calabazas (probablemente, en pleno suelo valdecarrense) con el Congosto, entre Vallecas y Vaciamadrid. Más abajo, entre Perales del Río y Villaverde, se refiere a la torre de Aben Crispín y la cueva de La Olmeda, en el cantil de la Gavia donde Adif excava los restos de una ciudad carpetana.







0 comentarios