El Cañaveral sufre una de las cargas térmicas más altas de los barrios de la ciudad de Madrid, según el mapa de isla de calor urbano elaborado por el Ayuntamiento de Madrid en 2022.
Esta cartografía analizó el clima urbano de la ciudad mediante el cálculo realizado por el sensor TIRS del satélite Landsat 8, en el horario comprendido entre las 12.00 y las 13.00 horas de los días de nueve meses del año 2022 (se excluyeron abril, noviembre y diciembre por nubosidad).
Entre otras variables de cálculo, según el informe del Centro de Observación y Teledetección Espacial que realizó los cálculos, consultado por Nuevo Sureste, se ponderaron: la temperatura superficial terrestre, la temperatura ambiental, el verdor, la compacidad urbana, la cercanía a ríos y cuerpos de agua, la pendiente respecto a las elevaciones y las sombras.
Carga térmica
En el caso de El Cañaveral, el único desarrollo del sureste habitado por el momento, la carga térmica era extremadamente alta en todo el ámbito. En el mes de enero, el estudio también revela que fue uno de los barrios con mayor temperatura de la ciudad.
Esta situación se produjo a pesar del ajardinamiento de la urbanización, la cercanía a zonas de agua (está apenas a tres kilómetros de la red hidrográfica del río Jarama) y la edificación (la falta de inmuebles lleva a máximos de ‘impacto térmico’ a espacios como Los Ahijones y Los Berrocales), por lo que puede considerarse que, a misma temperatura ambiente que el resto de la ciudad, el mallado urbano era capaz de repeler peor la insolación (por menor compacidad entre edificios y, por tanto, menor cantidad de sombras).
Clavos geodésicos
Y es que, a nivel topográfico, la clinometría no afectaría al conjunto (sólo hay oscilaciones de un máximo del tres por ciento de buzamiento) y la hipsometría (medida de su altura) del barrio es menor que la de otras zonas de la capital (hasta 70 metros de diferencia con el centro), tal y como demuestran los datos de los 101 clavos geodésicos de la red instalados en el ámbito por el Ayuntamiento.
Es más, según los estudios de insolación realizados por el Ayuntamiento de Madrid en los desarrollos del sureste para el proyecto del Bosque Metropolitano, las zonas que recibieron más calor son las que sufren menor insolación del barrio (menor al 85 por ciento del tiempo de luz), que es el motivo por el que Valdecarros y Los Cerros sufren menos la carga térmica, al no estar tampoco urbanizados.
Entre las intervenciones públicas que se han realizado hasta ahora para luchar contra el calor en la zona, el Consistorio ha licitado la instalación de siete nuevas fuentes de agua potable de instalará un área infantil singular con una pérgola gigante para que los niños puedan jugar a la sombra.
0 comentarios