Las semillas imaginadas de Valdecarros

por | 2 Abr. 2025 | 1 Comentario

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El proyecto urbanístico de Valdecarros está configurado a partir de los conceptos de autonomía e identidad, articulándose alrededor de cinco ejes motrices. Nuevo Sureste habla con el redactor del proyecto para conocer la esencia de un barrio concebido como una ciudad que crece al sureste de Madrid.

Valentín Merino es el arquitecto redactor del proyecto Valdecarros Madrid. Durante la jornada ‘SuresteLAB’, organizada por Nuevo Sureste en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) realizó una ponencia en la que explicó las ideas generadoras de esta iniciativa, que supone el mayor desarrollo urbanístico de toda Europa.

El desarrollo se inició en 1997, cuando se plantearon unas bases conceptuales que permitieron al proyecto eclosionar y derivar en la aprobación del plan parcial que se aprobó en 2009. «El planteamiento de ordenar 19 millones de metros cuadrados ya suponía una responsabilidad porque es un paquete enorme de suelo. Suponía plantearnos la autonomía porque esto no es un barrio, es un distrito completo de Madrid con una gran variedad de usos que nos daba el Plan General», explicó.

Afección de las grandes vías de comunicación en Valdecarros (fuente: Valentín Merino Arquitectos)
Afección de las grandes vías de comunicación en Valdecarros (fuente: Valentín Merino Arquitectos)

La visión del peatón

Por otra parte, la experiencia al desarrollar el Ensanche de Vallecas le llevó a considerar que había que priorizar la experiencia espacial del vecino de Valdecarros. «Se hace crítica del urbanismo a vista de pájaro. Quisimos que fuera el habitante a pie de calle el importante e intentamos plasmar su visión«, continuó.

Mallado urbano inicial para interconectar los paquetes de suelo de Valdecarros (fuente: Valentín Merino Arquitectos)
Mallado urbano inicial para interconectar los paquetes de suelo de Valdecarros (fuente: Valentín Merino Arquitectos)

El plan y la situación del territorio no ayudaban. Enormes vías de tráfico rodado (la M-45, la M-50 y la M-31) partían en cuatro paquetes el ámbito. «El AVE también es una barrera, incluso más abrupta que la de un gran viario«, apostilló Merino.

El Plan General especificaba la prolongación de la Gran Vía del Sureste por el sector, las conexiones con los viarios eran muy complejas, y había que ordenar el uso de la zona de los Cantiles del Manzanares (clasificado como suelo protegido al realizar la ordenación pormenorizada dentro del Plan General).

Plano con la articulación urbana de la calle Mayor de Valdecarros (fuente: Valentín Merino Arquitectos)
Plano con la articulación urbana de la calle Mayor de Valdecarros (fuente: Valentín Merino Arquitectos)

Una calle mayor

Con esos mimbres, se organizó la nueva ciudad a través de una serie ideas generadoras. De tal modo, se tomó la decisión de crear una malla que enlazase esos suelos dispersos. Además, se creó una nueva vía, una calle mayor en la que se volcaba la actividad, que rompía la trama prevista por el Plan General, quebrando la dependencia de la Gran Vía del Sureste (demasiado ancha y demasiado volcada hacia la zona limítrofe con el espacio vedado a los residentes por el efecto de la incineradora), dando continuidad al esquema del Ensanche de Vallecas y articulando toda la zona de concentración residencial.

«Pensando en la vivencia del peatón, de forma alternativa a esta gran trama de manzanas cerradas de 75×75 metros, creamos unos viarios paralelos al viario rodado que enlazaban dotaciones, de manera que se podía llegar a esas dotaciones con un recorrido de 300 metros y que formaban una alternativa a los espacios rodados«, explicó Merino.

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Plano de centralidades ideadas inicialmente para Valdecarros (fuente: Valentín Merino Arquitectos)
Plano de centralidades ideadas inicialmente para Valdecarros (fuente: Valentín Merino Arquitectos)

Valdecarros se iba cosiendo, a pesar de los abismos que las carreteras creaban en el conjunto. Llegó la hora de cohesionar el barrio creando espacios de vida ciudadana. Se planteó entonces la necesidad de articular en cada pedazo del sector un centro diferenciado que focalizara la actividad urbana.

«Creamos inicialmente, muy pegado a la trama urbana de La Atalayuela y el Ensanche de Vallecas, un espacio cívico similar a la Plaza Mayor de tamaño. Un espacio muy humano, con edificios de cinco plantas alrededor, en el que pensamos la inclusión de edificios administrativos, con un paquete comercial importante con la intención de dar vida a la zona.

Plano de ejes de actividad de Valdecarros (fuente: Valentín Merino Arquitectos)
Plano de ejes de actividad de Valdecarros (fuente: Valentín Merino Arquitectos)

Viabilidad comercial

La segunda centralidad era una enorme superficie comercial que se distribuyó luego en dos zonas, un espacio en la etapa 4 de urbanización, junto a la vía de servicio de la A-3, en donde se implantará un parque de medianas superficies, y otro en el corazón de la etapa 6, con oficinas, apoyado en la calle mayor y con un intercambiador cercano con aparcamiento.

Llegaba la hora de pensar en el vecindario. Se pensaron más de 50.000 viviendas a una media aproximada de 92 metros cuadrados por piso (se llegó a hablar de construir unifamiliares, pero se descartó la idea). 150.000 habitantes que daban el potencial económico y de consumo para que un comercio en el barrio fuera viable.

Plano con las ideas generadoras del proyecto Valdecarros (fuente: Valentín Merino Arquitectos)
Plano con las ideas generadoras del proyecto Valdecarros (fuente: Valentín Merino Arquitectos)

El tercer y último centro era una enorme plaza con planta en hipódromo coronada por dos torres de 44 pisos. El remate de lo que pasaba a ser el corazón del nuevo Vallecas. «Este alcalde o alguno que le suceda podrá cruzar la M-31 con alguna estructura para unir las dos partes de este hipódromo como ya se está haciendo en la M-30«, agregó Merino. Se planteó rodeado de edificios de 15 plantas de oficinas y residencial con el objeto de potenciar la vía urbana que se podía desarrollar.

Plano de ejes visuales de Valdecarros (Fuente: Valentín Merino Arquitectos)
Plano de ejes visuales de Valdecarros (Fuente: Valentín Merino Arquitectos)

Semillas imaginadas

La última idea generadora fue la de unos pasillos visuales. «Supuso una ruptura muy abrupta de la trama ortogonal. Dirigimos primero la mirada a una zona verde en altura que son restos de un antiguo vertedero. Entendimos que podría haber allí un hito escultórico importante, de manera que cualquier persona que anduviera por estas calles, tuviera estas calles peatonales y verdes que hacían que se escapase la vista al parque o las torres», concluía Merino.

Eran las semillas imaginadas de un proyecto que pretende ser el remate de Vallecas. Una ciudad del siglo XXI, autónoma y con identidad, en proceso de hacerse, de forma inminente, realidad.

La jornada ‘SuresteLAB: innovación y vanguardia para el futuro Madrid’ fue organizada por el diario Nuevo Sureste y patrocinada por Comunidad de Madrid, Valdecarros, Los Cerros, Nueva Centralidad del Este, Premier España y Aurora Homes.

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1 Comentario

  1. Aquí tienes que ir el nuevo estadio del rayo vallecano lo tiene todo

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Cartel de la Jornada SuresteLAB (fuente: Nuevo Sureste)

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