La Junta de Compensación de Los Cerros ha dibujado las líneas maestras de su intervención en el parque del Cerro de la Herradura. 133 hectáreas de espacio forestal que serán un filtro de polución y de calor, un seguro contra inundaciones y el mejor médico de los vecinos.
El director técnico de Los Cerros, Antonio Menaya, y la directora del Área de Construcción de la entidad, Lisbeth Rodríguez ofrecieron en la jornada ‘SuresteLAB’, organizada por Nuevo Sureste en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) una clase magistral para explicar el proyecto como principal puntal de la actualidad de este sector, que pretende articularse como una auténtica ciudad verde en pleno Madrid.
Los Cerros ha apostado desde sus inicios por salirse del marco que le aplicó la tiranía de las grandes vías de transporte. La revisión de 2013 del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid y la articulación de la ordenación pormenorizada del sector permitieron dibujar un nuevo lienzo para el futuro del barrio que se pensó en verde. Un ámbito sostenible en el que los usos y las infraestructuras recogidas en el PEISEM (Plan Especial de Infraestructuras del Sureste de Madrid), permitieron avanzar en una ciudad densa y sostenible.

«El desarrollo contará con 14.276 viviendas -casi 3.900 serán de carácter público y más de la mitad serán protegidas-, es decir, más de 30.000 vecinos. Sería una población equivalente a la de San Fernando de Henares o Soria. Hablamos de una pequeña ciudad con todos los servicios, en 470 hectáreas de superficie, donde algo más del 35 por ciento (170 hectáreas) son zonas naturales, concentradas especialmente en la zona oriental y en las áreas vegetales urbanas que proporcionan una conectividad entre las parcelas de equipamientos, servicios y residencial», especificó Menaya.

Vías de servicio
El convenio de gestión firmado en 2020 permitió tramitar toda la documentación administrativa para iniciar un desarrollo de obra que discurre hoy día de forma ágil. Los planes de la Junta pasan por obtener la simultaneidad edificatoria de su primera etapa de urbanización este año e iniciar la segunda, que está en proceso de licitación. Por otra parte, obtener una movilidad solvente a través del nuevo diseño de la Gran Vía del Sureste, que integra un bus de tránsito rápido hacia el resto de desarrollos y Coslada, con conexiones a Metro en la línea 9, entre Los Berrocales y Los Ahijones, y en la línea 7, en San Fernando de Henares.
También, una red de carriles ciclistas de 30 kilómetros y espacios abiertos a la naturaleza que sirvieran de nexos de conexión entre todo el barrio. «Seguiremos adelante con otras obras de esta naturaleza en el proyecto como, por ejemplo, el hormigonado de calzadas que ya estamos ultimando en la primera etapa o el inicio de la prolongación de las dos vías de servicio de la M-45 en 2026«, apostilló el director técnico.

De tal modo, el sector está preparado para perfilar su joya más preciada: el parque del Cerro de la Herradura. Una esmeralda a la orilla del Jarama que condensará 137 de las 170 hectáreas de zonas verdes con que contará todo el sector (el resto, 33 hectáreas formarán parte de los parques y recintos vegetales de proximidad en pleno espacio urbano).

Este espacio, incluido en el Catálogo de Espacios Ambientales de la Comunidad de Madrid, es una reserva zoológica y vegetal (cabe destacar que cuenta con un fragmento de encinar basófilo y el último vestigio de vegetación gipsófila de la ciudad en los cantiles del Manzanares), articulada en un retamar sobre suelos yesíferos, que se encuentra en un alto grado de degradación. Por ello, la Junta se ha propuesto realizar una intervención de auténtica cirugía urbanística.

Miradores singulares
«Hemos elaborado un proyecto para la regeneración de este espacio desde la base de la protección de los valores geológicos y arqueológicos del entorno, la gestión sostenible, y el mantenimiento de los arroyos y cauces existentes», explicó Lisbeth Rodríguez, directora del Área de Construcción de Los Cerros. En ese sentido, el primer obstáculo a superar ha sido topográfico.
Los barrancos de hasta cien metros de altura que pueblan la zona se plantean como una oportunidad para generar una red de miradores singulares con vistas a la sierra de Madrid, el valle del Jarama y el ‘skyline‘ de la capital. Picos acondicionados con zonas estanciales que son los vértices sobre los que pivota el resto de la intervención. «A partir de ellos, se establecerá el segundo elemento vertebrador, que será una red de itinerarios conectados con el exterior y con otros puntos singulares, generando una malla jerarquizada de caminos con distintas tipologías«, continúa Rodríguez.

Así, una tupida red de caminos de 20 kilómetros de extensión permitirá vivir el parque del Cerro de la Herradura con la intensidad y la libertad que desee cada visitante. La primera red estará conformada por caminos accesibles de entre 1,80 y 2,50 metros de ancho que podrán incorporar itinerarios ciclistas con alumbrado LED. Una trama secundaria tendrá senderos más integrados en el entorno. Mientras, una red terciaria conservará las sendas históricas ya existentes.

Área de protección de la biodiversidad
Articulada la movilidad, se enfoca la recuperación vegetal porque los pavimentos serán permeables para drenar todo el agua pluvial a las zonas verdes y las vaguadas, fomentando la autogestión del agua. Los Cerros plantará más de 12.000 nuevos árboles y realizará repoblaciones forestales. La intervención se realizará desde dos perspectivas. Por un lado, se crearán grandes y densas masas de árboles junto a los bordes de las vías de transporte que servirán de barrera acústica y de seguridad. El resto de ejemplares acompañarán la red de caminos para ofrecer condiciones de sombra a los visitantes.

«Hemos buscado especies vegetales autóctonas, adaptadas al medio y con baja demanda hídrica, como prunus, acer, pinos, majuelos, olivos o sophora. También hemos seleccionado árboles de distintos tamaños para intercalarlos, que se protejan y se ayuden a crecer«, explica la directora de Construcción. Estos ejemplares recibirán apoyo en el riego de la red de agua regenerada del ámbito, aunque la intención es que, a medio plazo, no dependan de este recurso.

La implementación de este ‘hub‘ vegetal, a juicio de Rodríguez, permitirá mejorar la calidad del aire, absorber CO2 y filtrar contaminantes. Reducirá el efecto de la isla de calor en el barrio y permitirá mejorar la salud de la ciudadanía por la cercanía y accesibilidad del complejo para el vecindario. «El 98 por ciento de la superficie drenante del parque funcionará como una esponja natural, lo que esperamos que repercuta en mejorar el funcionamiento de Los Cerros y evite cualquier riesgo de inundación«, continuó, agregando que se creará un área de protección de la biodiversidad animal y vegetal local.
La jornada ‘SuresteLAB: innovación y vanguardia para el futuro Madrid’ fue organizada por el diario Nuevo Sureste y patrocinada por Comunidad de Madrid, Valdecarros, Los Cerros, Nueva Centralidad del Este, Premier España y Aurora Homes.
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