A 18 metros de profundidad, discurre la red de galerías de servicio de Los Berrocales, un barrio bajo el barrio que permitirá llevar a los más de 50.000 futuros vecinos y empresas del ámbito luz, agua y telecomunicaciones.
La Junta de Compensación del ámbito ha llevado a cabo ya más de siete kilómetros de estos subterráneos. Según el documento de organización gestión de la ejecución del sector, se han desarrollado junto con la urbanización de la primera fase, con el objetivo de que los primeros pobladores del nuevo barrio puedan entrar de inmediato a sus viviendas y empresas porque estén plenamente abastecidos.

Están construidos mediante estructuras prefabricadas de hormigón de 2,25 x 2,5 metros machihembrados, espacio suficiente para que los operarios puedan trabajar con facilidad, sin tener que realizar catas en superficie. Cada 500 metros, existen accesos conectados con el centro de control de subterráneos del Ayuntamiento de Madrid y con Policía, y respiraderos cada kilómetro. ‘Arterias’ de piedra que alimentan el segundo mayor desarrollo urbanístico de Europa.

Esta red de túneles, bajo la futura Gran Vía del Sureste, está vinculada con los fragmentos de Los Ahijones, el Ensanche de Vallecas y Valdebernardo, es redundante. Es decir, las galerías están duplicadas en el caso de Los Berrocales para que, en caso de avería, todos los habitantes del barrio sigan recibiendo abastecimiento mientras se solventa el problema. Instalaciones como esta, establecidas por normativa municipal, convierten a los sectores de la estrategia del sureste en el territorio más avanzado a nivel urbanístico de todo el país.

Dados de hormigón
En su interior, se distribuyen espacialmente los distintos servicios que abastecen al barrio. Las aguas potable y regenerada -para riego y baldeo de calles-, proveniente esta última del EDAR de La Gavia, discurren a través de tuberías de 600 mm ancladas a dados de hormigón y conectadas con las gigantescas tuberías de suministro que engarzan Vicálvaro con Rivas Vaciamadrid.

En bandejas separadas del líquido elemento y en altura, se conducen por diferente cauce la luz y las telecomunicaciones. Estos túneles están videovigilados con cámaras infrarrojas y protegidos con sensores antiincendios y de detección de gases tóxicos y explosivos.

Con esta innovadora infraestructura subterránea, Los Berrocales no solo garantiza un suministro seguro y eficiente a sus futuros residentes, sino que también se posiciona en un modelo de urbanismo moderno y sostenible, donde la tecnología y la planificación se anticipan a las necesidades de la ciudad del futuro.
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