Los mapas regionales de riesgo de inundación indican que existen espacios con potencialidad de afección por este fenómeno en los desarrollos del sureste, según la catalogación de Protección Civil. No obstante, el riesgo es muy bajo en casi todos los puntos y se están tomando medidas a nivel de protocolos e infraestructuras para evitar cualquier tipo de desastre de esta naturaleza.

Según el mapa de Áreas con Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSIs) de la Comunidad de Madrid, ninguno de los espacios de los desarrollos del sureste se encuentra en zona de peligro. El único área cercana sensible a la amenaza es la desembocadura del río Manzanares entre Villaverde y Getafe, identificado por el Gobierno regional y por el Ministerio de Transición Ecológica, a través de la Confederación Hidrográfica del Tajo, para su delimitación y control.

No obstante, el arroyo de la Gavia, que cruza la etapa 7 de urbanización de Valdecarros, sí que se encuentra dentro del Catálogo de Riesgos Potenciales de Protección Civil de la Comunidad de Madrid como espacio de riesgo por avenidas o crecidas. Asimismo, el arroyo del Monte Viejo, el de los Barranquillos, y el de la Araña (Valdecarros, en sus etapas 8, 6 y 5), el arroyo de Los Ahijones (con especial incidencia en el afloramiento de aguas conocido de antiguo como el charco de la colada de la Oreja, en Los Ahijones, entre las etapas 1 y 3) y el arroyo del Henar (mal llamado de Los Migueles, entre Los Berrocales y Los Ahijones), y el arroyo del Batán (Etapa 3 y parte central del parque forestal del Cerro de la Herradura, en Los Cerros).

Planes de actuación e infraestructuras
En todos ellos, el riesgo de torrencialidad es muy bajo, salvo en un punto del parque del arroyo de Los Ahijones, cuyo riesgo figura como moderado al hacer el curso de agua un pequeño meandro, que coincide con plena zona de parque y luego se vuelve a reducir a nivel bajo. Todos ellos disponen de planes para evitar cualquier afección.

En este sentido, la estrategia del sureste, además de los planes municipales de actuación ante este riesgo (el de Madrid fue actualizado el 1 de diciembre de 2022), se ha dotado de infraestructuras para paliar algunos de los factores potenciadores de la acción del agua de lluvia, como la baja permeabilidad del suelo arcilloso de la plataforma divisoria entre los ríos Jarama y Manzanares donde se están asentando los nuevos desarrollos.

Los sistemas urbanos de drenaje sostenible para dosificar la lámina de agua que expulsan los suelos, los jardines de lluvia (se están construyendo junto a las pistas deportivas de Santa Eugenia, junto al cerro Almodóvar, en la linde con Los Berrocales), el acondicionamiento de los cauces de los arroyos para inundaciones y la creación y ampliación de infraestructuras como los estanques de tormentas de Los Migueles (con capacidad para 75.000 metros cúbicos de agua) o los existentes en Valdecarros junto a la M-31 y la M-50, además del apoyo del de La Gavia (55.000 metros cúbicos), en el Ensanche de Vallecas, y, sobre todo, el de Abroñigales (200.000 metros cúbicos). Además, el proyecto del Bosque Metropolitano de Madrid plantea aliviaderos y humedales naturales para minimizar riesgos.
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