La Comisión Gestora de la Nueva Centralidad del Este ha realizado un nuevo diseño de su proyecto de desarrollo urbanístico. Nuevo Sureste ha tenido acceso a los planos y explica todas las ideas que atesora.
El proyecto, todavía en desarrollo y a la espera de presentación para sectorización por el Ayuntamiento de Madrid, distribuye con bastante nitidez los más 5 millones de metros cuadrados que posee al este del barrio de Rosas, un tercio de la superficie del distrito de San Blas-Canillejas. Al norte, prevé la construcción de un campus tecnológico de 800.000 metros cuadrados y 400.000 de edificabilidad, encuadrado por la M-40, la M-21 y las vías del tren. Este espacio, pensado para acoger grandes compañías o instituciones de investigación internacionales, al estilo norteamericano, cuenta con seis áreas de acción con sus propios espacios comerciales y equipamientos.
El Bosque Metropolitano rodeará la zona y se introducirá en sus intersticios, para crear un ámbito de alta calidad ecológica y urbana para estas actividades. También tendrá dos ecoconectores con sendas peatonales y ciclistas unidas a la ciudad del fútbol del Atlético de Madrid y el parque del Cerro de la Mesa, en el barrio de Rejas. También, se reacondicionará el cauce del arroyo de Rejas que pasa por el barrio. Contará con una circunvalación exterior con vías secundarias de acceso a cada uno de los edificios del campus y otra interior conectada con el gran eje norte del barrio. Puede atisbarse cómo los diseñadores plantean que el Bus de tránsito rápido que planea implantar la Empresa Municipal de Transportes en los desarrollos del sureste, recorra esta carretera interior del campus.
Colchón parcelario
El campus está limitado al sur por dos hitos fundamentales de la Nueva Centralidad. Como decíamos, está el gran eje viario al norte del barrio, la M-201, que conecta la avenida de Arcentales con Coslada, que será desviada de su curso actual. Se trata de una calle que concentrará el tráfico del barrio, tendrá carril de BRT reservado y espacio para ciclistas. Por otra parte, esta vía estará separada de las viviendas por un colchón de parcelas de usos mixtos y comerciales, organizada en supermanzanas con espacios intermedios verdes y estanciales que reduzcan el impacto visual, acústico y paisajístico de la movilidad rodada. En ese espacio, se pretende construir una estación de Metro, aprovechando que el túnel de la línea 7 pasa por allí.
El segmento central del futuro sector pretende concentrar el ámbito residencial, cuya altura irá aumentando de 5 a más de 30 plantas, a medida que se avance hacia el sur y se aleje el barrio de las servidumbres establecidas por el aeropuerto Adolfo Suárez – Madrid Barajas. Está organizado en cuatro fases, articuladas por tres ejes rodados oeste-este y otros dos norte sur, que funcionará con supermanzanas y calles semipeatonales al estilo de la de Fuencarral.
No obstante, serán dos ejes verdes los que vertebren la zona. De este a oeste, un corredor central que girará alrededor de la vereda de La Elipa y el antiguo cauce del arroyo de San Cristóbal. Y, sobre todo, un eje arbolado norte-sur de 143 metros de ancho, más que el paseo de la Castellana, que se fundirá de algún modo con las torres de viviendas y los equipamientos que se asomen al mismo.
Lagunas de Ambroz
A espaldas de estas torres, habrá bloques de edificios de una densidad media. En el extremo sur de este segmento, un nuevo colchón de comercios servirá para prolongar el paseo de Ginebra, estableciendo toda una enorme avenida de comercio que sirva de puerta de entrada al barrio. La propuesta de la Comisión Gestora es aprovechar el antiguo pozo de ataque que sirvió para construir la estación de Metro de Las Rosas para prolongar la línea 2 de ferrocarril metropolitano hasta el barrio o, en su defecto, para crear un acceso bajo la M-40 hasta la estación antes mentada. Además, para no sobrecargar la zona, se desviará parte del tráfico hacia la R-3. Más allá, estarán las torres más altas del barrio, con gran densidad y vistas hacia la zona verde del sur.
El tercer bloque del sector sería el que hoy ocupa la mina de sepiolita de Tolsa, que acaba de prorrogar su declaración de impacto ambiental y podrá seguir trabajando hasta nueva orden en el ámbito. El proyecto de la Comisión, tal y como acordó con el Ayuntamiento, pasa por conservar las lagunas artificiales surgidas de la actividad extractiva y proceder al acondicionamiento del espacio natural. Además, se mantendrán las sendas peatonales procedentes de los corredores del norte, se tratará el arroyo de Ambroz y se construirán ecoconectores al parque de la Cuña Verde de Vicálvaro y al parque de la Vicalvarada.
Mota forestada
La Comisión ha propuesto al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) y al Consorcio Regional de Transportes de Madrid modificar la obra de accesos a la estación logística de Vicálvaro para que, en el futuro, pueda servir en las entradas y salidas de la Nueva Centralidad y que, de algún modo, pueda servir para el tránsito del BRT procedente de El Cañaveral.
De tal modo, este autobús con prioridad podrá conectar a los vecinos de este barrio con el Metro. La línea prevista por los diseñadores de la Comisión para el BRT, además del segmento del Campus, realizaría un rectángulo a través de los grandes ejes residenciales y, por lo que puede colegirse de plano, conectaría con otro hipotético BRT en el paseo de Ginebra.
Otro de los planes de la entidad es crear una enorme mota de separación, forestada y acondicionada para el tránsito peatonal y ciclista, que sirva de protección acústica y paisajística al barrio, respecto a la actividad de la estación logística.
0 comentarios