Los desarrollos del Este y el Sureste albergarán a más de 300.000 habitantes. Uno de los máximos desafíos de las administraciones es garantizar la movilidad de esa enorme cantidad de población. Nuevo Sureste analiza la situación del transporte y los planes que tratarán de resolver dichas necesidades.
Los nuevos desarrollos del sureste y el este de Madrid se perfilan, fundamentalmente, por sus accesos a las grandes vías que canalizan el tráfico rodado. La A-3 es la arteria más importante, acompañada de la M-50, la M-45, la M-40 y la R-3, además de otras carreteras de segundo y tercer nivel. Entre estas últimas, cabe destacar la construcción de puentes sobre la A-3 (hacia el ensanche de Vallecas), la M-45 (en Los Berrocales, Los Ahijones, El Cañaveral y Los Cerros) y la M-50 que están previstos. Además, se están dotando o tienen previsto dotarse con infraestructuras en ubicación estratégica como gasolineras y electrolineras.
Sin embargo, la saturación en varios tramos de estas vías rápidas es una realidad (especialmente, en los accesos a Vallecas y a Mercamadrid, y las entradas a Coslada y la avenida de Arcentales -entre otros aspectos, por las obras de creación de la ‘Ciudad del Deporte’-; se prevé también un fuerte incremento del tráfico, en este caso, en la M-50, cuando termine de desarrollarse el acceso desde Rivas Vaciamadrid) que obliga a replantearse la movilidad de todo este ámbito.
Según el ‘Estudio de concepción del sistema de transporte público del ámbito sureste del municipio de Madrid’, elaborado por TRN Taryet para el Consorcio Regional de Transportes de Madrid, en mayo de 2022, la población actual del arco sureste de Madrid se desplaza, en un 57,52 por ciento de los casos en coche o moto. Y eso a pesar de que el 49,7 por ciento de los desplazamientos son menores a cinco kilómetros (la distancia media de los viajes de los residentes es de 9,1 kilómetros). Se trata de una zona, los nuevos desarrollos del sureste, de casi 58 millones de metros cuadrados por urbanizar, en los que está previsto que se añadan casi 312.000 habitantes, de aquí a 2050.
Dificultad técnica
Ante la saturación de las vías rodadas antes comentada, se han planteado distintas posibilidades para fomentar el transporte público en la zona. El proyecto más importante a nivel radial es la construcción de un intercambiador de transportes en la plaza del Conde de Casal. Según la memoria del anteproyecto, consultada por este periódico, esta infraestructura, muy compleja en el ámbito técnico, se desarrollará en superficie y bajo la avenida del Mediterráneo, al este de la glorieta antes citada. Esto obligará a prolongar el paso inferior de vehículos (que perderá carriles) hacia la M-30.
Conectará las líneas 6 y 11 de Metro (que se va a ampliar hasta allí desde Plaza Elíptica) con una planta en superficie que acogerá once dársenas para dar servicio a los autobuses urbanos e interurbanos que darán servicio al sureste. Asimismo, en su entorno se distribuirán algunas paradas de autobuses pasantes de la EMT. Todo el conjunto contará con una isleta distribuidora central. La factura ascenderá a unos 470 millones de euros.
Conde de Casal será el nuevo trampolín de lanzamiento de otra infraestructura que se ambiciona para descongestionar la A-3, como es un futuro carril bus-VAO, como el que tiene la A-6 y el que se prepara para la A-2. Está previsto que empiece a desarrollarse en 2025, aunque el Ministerio de Transporte ya ha realizado algunos retranqueos en las medianas entre los kilómetros 13 y 17 de la vía para ganar el espacio necesario para la intervención. Estudios del Consorcio Regional de Transportes realizados en el caso de la A-6, indican que la combinación de esta plataforma con una buena flota de autobuses interurbanos permite transportar más viajeros que todos los que lleva el servicio de Cercanías en un trayecto equivalente.
Discontinuidades
Más allá del tráfico rodado, el transporte en el sureste pasa por plantear una estrategia multidimensional de transporte público y de proximidad sostenible (ciclista y peatonal). El informe para el Consorcio planteaba en 2022 una solución con horizonte en 2045 que tenía varios ejes de acción, que se realizarían a medida que avanzaran los desarrollos, lo que produciría discontinuidades en el servicio hasta que estuviera totalmente desarrollado el arco urbanístico del sureste. Tendría la capacidad de generar casi 250.000 empleos para su desarrollo.
El proyecto más innovador para este nuevo espacio urbanizado era y, por lo que han anunciado los políticos, será el bus de uso prioritario (BuP), también denominado bus de tránsito rápido (BRT). Se trata de un sistema de autobús de alta capacidad que conectará los nuevos desarrollos de El Cañaveral, Los Ahijones, Los Berrocales, Valdecarros, Los Cerros y la Nueva Centralidad del Este, con el hospital del Henares.
A través de una plataforma exclusiva (en la zona central de la calzada central o en el carril derecho de la calzada central), recorrerá este cinturón transversal de transporte en forma de ‘T’, a lo largo de 62 paradas de andén simple y a una velocidad de entre 15 y 30 kilómetros por hora. Tendrá prioridad semafórica en las intersecciones y una frecuencia alta (entre 3 y 10 minutos). Los vehículos serán eléctricos, al estilo de los tranvías, y serán universalmente accesibles. El sistema conectará todos los desarrollos como las cuentas de un collar, contando con paradas en las áreas intermodales de la zona para optimizar la utilidad de los servicios de transporte público. A este innovador sistema le acompañarán varias líneas de autobuses urbanos
Cercanías
Así, el BRT será la columna vertebral de la movilidad del sureste. La zona norte, que aglutina la Nueva Centralidad del Este, La Marsala, El Cañaveral (donde se ha descartado la llegada del Metro por motivos técnicos) y Los Cerros, contaría, según la calendarización del informe, con un BRT a partir de 2027 con 26 paradas desde el área intermodal de la plaza de Alsacia, que cruzará la Nueva Centralidad del Este y el polígono industrial de La Marsala (a través de la R-3, lo que obligará a cerrar un convenio con el Ministerio de Transportes), para entrar en El Cañaveral por la calle de Torrejón de la Calzada y alcanzar, a través de la avenida de Miguel Delibes y la gran plaza central, recientemente modificado su plan urbanístico por el Ayuntamiento.
Solapará su recorrido, en parte, con la línea 159 de la Empresa Municipal de Transportes (Alsacia-El Cañaveral). Desde ahí, se dirigirá a Los Cerros, que tiene previsto en su planeamiento acoger en el ‘bulevar del sílex’ y el eje norte-sur del ámbito la citada plataforma. Para llegar hasta allí, tendría que pasar por el polígono industrial de El Cañaveral, donde coincidiría con una hipotética estación de Cercanías del barrio (si, finalmente, el ramal ferroviario hacia Mejorada del Campo que se lleva preparando desde hace 15 años se hace transitar por esta zona -con estaciones en El Cañaveral y Los Cerros, y no desde el eje Hortaleza- San Fernando de Henares, como planteó como opción el Plan de mejora de los servicios de Cercanías de Madrid para el período 2018-2025).
El Cañaveral cuenta, además, con una línea de autobús urbano exprés (E5, hasta la plaza de Manuel Becerra), un nocturno (N6) y un interurbano (línea 290) que le conecta con Coslada y el barrio de Rejas (centro comercial Plenilunio). A medida que crezca la zona, este servicio, presumiblemente, se hará más tupido.
Un segundo transbordo
En la zona centro, el informe para el Consorcio preveía la creación de dos estaciones de Metro: una en el polígono industrial de Vicálvaro (La Dehesa) y otra entre Los Ahijones y Los Berrocales. A finales de enero de 2024, la Comunidad de Madrid licitó la redacción del proyecto para la construcción de esta última, también llamada erróneamente de Los Migueles. El pliego planteaba la creación de un área intermodal con paradas de autobuses y un aparcamiento disuasorio. El texto recogía que el proyecto deberá «permitir la ruptura del servicio de explotación que actualmente se realiza en la estación de Puerta de Arganda».
Esta afirmación abría la puerta a estudiar, tal y como confirmó el Gobierno regional a Diario de Rivas, que esta nueva estación acogiese el transbordo a la línea 9B, en vez de Puerta de Arganda. El Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid denunció el anuncio ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), argumentando que suponía un segundo transbordo para los 3.000 usuarios del arco sureste de la región.
El recurso fue admitido a trámite y el concurso del proyecto quedó desierto. Asimismo, el Pleno ripense aprobó reclamar a la Comunidad el fin del transbordo. En pleno conflicto, el consejero de Transportes, Jorge Rodrigo, anunció que la Comunidad de Madrid recuperará la concesión de TFM a su término, en 2029 (el PSOE cuantificó durante las elecciones de 2023 el rescate anticipado de la concesión en 52 millones de euros), y que suprimirá el transbordo de Puerta de Arganda. De tal forma, la línea 9B se reabsorberá en la red ordinaria de Metro.
Un ‘centro cultural’
Como decíamos, habrá una estación de Metro de la línea 9B entre Los Ahijones y Los Berrocales, recientemente licitada de nuevo, con las vías a ras de suelo, lo que previsiblemente supondrá la construcción de pasos elevados para el tráfico, los viandantes y la fauna (y es de prever que conllevará quejas futuras de falta de permeabilidad urbana y de daño paisajístico de la vía férrea, con la correspondiente solicitud de soterramiento de las vías). En realidad, el ferrocarril metropolitano no será el único que prestará servicio en la zona. La nueva estación será parte de un área intermodal donde coincidirán el BRT y otras líneas de autobús.
En la zona más meridional de los desarrollos del sureste, Valdecarros contará con un intercambiador de transportes en su zona central que, según anunció el Ayuntamiento de Madrid en 2021, tendrá conexión con Metro, a través de la línea 1, autobuses y tren ligero en superficie. En materia de autobuses, la previsión pasaría por crear una línea exprés que conectase Conde de Casal con la zona norte de Valdecarros y otra línea de carácter distrital que permitiera a los vecinos desplazarse hasta el corazón del distrito de Villa de Vallecas en Sierra de Guadalupe, pasando por las estaciones ferroviarias del ámbito.
El informe de TRN también proponía al Gobierno regional crear una línea de BRT, desde la estación de Cercanías de El Pozo hasta el barrio, a la altura del cruce con la M-40, en 19 paradas. Esta instalación no estaría implementada antes de 2040 (aunque los plazos de urbanización se han adelantado hasta 2035, por lo que esta fecha, si finalmente se construye, podría variar). Este medio de transporte rodearía en su término el enorme espacio elipsoidal que conformará el denominado ‘Centro Cultural’ de Valdecarros, tal y como lo denominaron en la memoria de 2007 los diseñadores del ámbito. Una plataforma de 200.000 metros cuadrados para dotacionales y servicio, coronada con dos torres de oficinas y con aparcamiento disuasorio.
Micromovilidad
Por su parte, el informe planteaba que la Nueva Centralidad del Este contase, cuando se desarrolle, con una estación de Metro intermedia entre las estaciones de Estadio Metropolitano y Barrio del Puerto, de la línea 7.
En todo el arco se fomentarán transportes blandos, como el desplazamiento a pie, en bicicleta o patinete, con la habilitación de más de 200 kilómetros de itinerarios en espacio urbano y zonas forestales sobre dos ruedas (muchos de ellos, segregados), así como decenas de kilómetros de itinerarios peatonales. De hecho, el diseño de varios de los nuevos desarrollos está pensado para que se temple el tráfico y una buena parte de los desplazamientos se realicen en estos medios, a través de diseños urbanos que reduzcan la dependencia del vehículo privado, como la instalación de BiciMAD por el Ayuntamiento de Madrid, la micromovilidad urbana y el allanamiento de las calles de Valdecarros, las supermanzanas de Los Berrocales o la ciudad de los 15 minutos de Los Ahijones.
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